Hablar sobre dinero puede hacer que cualquiera se sienta aprensivo. Sin embargo es necesario, y así es como se hace.
Los asuntos financieros son una realidad del día a día. Pero, ¿hablamos de ello? No, en realidad intentamos evitarlo a toda costa.
Sin embargo, no importa cuán incómodos nos sintamos o cuán difícil sea abrir la discusión, cuanto más hablemos abiertamente, libremente y de forma vulnerable, más preparados estaremos para hacerle frente a cualquier situación que se nos presente.
Desde los padres y los hijos hasta las relaciones y los gastos, te contamos cómo mantener estas difíciles conversaciones con éxito.
Sobre dinero y amor
No hay nada como la emoción de enamorarse. Todo está lleno de visiones de un mañana mejor, todo lo que hace tu pareja te parece perfecto. Eso es lo que hace que resulte tan difícil plantear la pregunta sobre vuestra situación financiera. Aunque te sientas tentado a evitar el tema, hablar de ello puede fortalecer vuestro vínculo.
"Conocer esta información os ayudará a avanzar como pareja", explica Jeremy Straub, director ejecutivo de Coastal Wealth. "Aunque este tipo de conversaciones pueden ser incómodas, promoverán una discusión saludable y acabarán ayudándoos a sentiros mejor en vuestra relación".
Algunas de las cosas que te gustaría saber antes de mudaros a vivir juntos es cuánto gana cada uno, qué deudas tenéis y otros requisitos. Ninguna preocupación o consideración financiera es demasiado pequeña si a ti te parece importante.
Una forma de hacer que esta difícil conversación sea menos temible es sugerir hablar sobre el tema durante una cena aderezada con un buen vino. A partir de ahí podéis empezar a discutir los detalles.
“Fijad unos presupuestos y expectativas que tengan sentido para vosotros. Si tu pareja te recomienda un presupuesto con el que no te sientes cómodo, díselo".
Conforme el hecho de hablar con tu pareja sobre dinero vaya dejando de ser un tabú, este tipo de conversaciones serán cada vez más fáciles. Con una comunicación abierta, también os resultará más fácil encontrar maneras de administrar el dinero que os vengan bien a ambos.
Sobre el matrimonio y los hijos
A medida que tu relación evoluciona, tus conversaciones también deben hacerlo, sobre todo antes de casarte y tener hijos. Debido a que el 50% de los matrimonios acaban en divorcio debido a la tensión financiera, los desacuerdos y la mala gestión, llegar a un plan financiero es tan importante como el asesoramiento pre-matrimonial, dice la experta financiera y cofundadora de EnrichHER.com Tiara Zolnierz.
Antes de que tu familia se convierta en un grupo de tres, cuatro o más personas, Zolnierz recomienda elaborar un calendario financiero que coincida con la planificación familiar. Temas a discutir: ¿Cómo vamos a pagar todo lo que necesitan nuestros hijos? ¿Cuánto tiempo de baja de maternidad y paternidad nos cogeremos? ¿Querremos pagar la universidad?
Hablar abiertamente y en profundidad sobre temas que involucren grandes cantidades de dinero (como tener hijos) te ahorrará años de sufrimiento y miseria.
La de los amigos y el dinero
Ya hemos oído el dicho antes: Los amigos y el dinero no deben mezclarse. Sin embargo, esta es una afirmación obsoleta en una época en la que las mujeres luchan incansablemente por la igualdad. Esto se debe a que cuanto más discutamos nuestra situación financiera - ingresos, gastos, etc.-, más poder sentiremos para luchar por el cambio.
Además de ser lo suficientemente valientes para preguntar sobre lo que ganan nuestros amigos cuando estamos negociando nuestros propios salarios, también deberíamos discutir cómo encarar los gastos diarios, según la psicóloga Yvonne Thomas.
Un lugar natural para comenzar la conversación es cuando salís a comer. ¿Siempre divides la cuenta al 50%? ¿Tienes un amigo que suele pagar la cuenta sin preguntar? No hay nada de malo en decir algo si te hace sentir incómodo.
Es importante recordar que siempre que se plantee el tema del dinero con personas cercanas a ti, este debe ser tratado de forma respetuosa y clara para no ofender a la otra persona y hacer que tu relación con ella sea aún más fuerte.
La de la herencia
Al convertirnos en adultos, parte de la carga de ayudar a nuestros padres a gestionar sus propias finanzas puede recaer sobre nosotros. No tenemos que estar de acuerdo con la forma en la que nuestros padres se gastan su dinero, o incluso con la forma en la que el dinero se divide en la herencia. Sin embargo, sí tenemos que hablar sobre ello para así asegurarnos de que los deseos sean respetados y protegidos.
Esta franca discusión sobre tu herencia puede parecer difícil o hacerte sentir codicioso. Por esa razón es importante ser directo y tranquilo cuando se tiene este tipo de conversación, para dejar claro que deseas hablar sobre el tema por preocupación, nada más.
En un ambiente tranquilo y privado, se recomienda decir algo del estilo a: "Sé que este es un tema incómodo, y que incluso me resulta difícil sacarlo a la luz, pero tenemos que hablar sobre si tienes testamento y si lo tienes actualizado. Únicamente quiero asegurarme de que tienes un testamento y que incluye todo lo que quieres".
La de pedir prestado - y deber - dinero
Independientemente de si se trata de un gasto inesperado, la pérdida de un trabajo o una tragedia, pedirle dinero prestado a un amigo, familiar o compañero puede ser tu última oportunidad de mantenerte a flote.
Cuando esto sucede, Straub recomienda tomarte algún tiempo para pensar en todos los detalles.
"Cuando le pidas a alguien que te preste dinero, déjale claro cuándo se lo vas a devolver. ¿Vas a devolvérselo poco a poco o de una vez?", dice Straub.
Aunque esto te haga sentir vulnerable, cuantos más datos aportes, en vez de emociones, más probabilidades tendrás de que alguien se ofrezca a ayudarte.
La que mantenemos con nosotros mismos
Todos lo hacemos: Estamos constantemente comparándonos con nuestros amigos, que aparentemente ganan más dinero que nosotros.
Cuando se te metan en la cabeza pensamientos de este tipo es porque ha llegado la hora de mantener una incómoda conversación sobre dinero con nosotros mismos.
Nada es nunca exactamente lo que parece: puede que nunca conozcas la situación financiera de otra persona.
En lugar de hacer comparaciones con el exterior, centra tu energía hacia el interior: Sigue tu propia línea de tiempo, esfuérzate por alcanzar tus propias metas. Mientras vivas una vida dentro de tus posibilidades que te haga feliz, no tiene sentido seguir el ritmo de otras personas.