6 razones psicológicas por las que te tomas las cosas demasiado en serio
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Únicamente cuando se entiende la tendencia a tomarse las cosas como algo personal se puede superar para siempre.

Si te cuesta tomarte las cosas como algo personal, probablemente hayas escuchado este consejo:

¡No permitas que te afecte tanto!

Deja de ser tan duro contigo mismo.

Seguro que no quería decir nada con eso.

O nuestro favorito personal...

Solo tienes que aprender a dejar pasar las cosas.

Y aunque no dudamos de que las personas que dan este tipo de consejos tengan buenas intenciones, no tienen en cuenta la cuestión más importante:

A menudo hay poderosas razones psicológicas por las que nos tomamos las cosas como algo personal.

Únicamente cuando se entiende la tendencia a tomarse las cosas como algo personal se puede superar para siempre.

1. Eres un perfeccionista social

El perfeccionismo social sucede cuando no eres capaz de soportar la idea de que otras personas vean tus defectos o errores.

Cuando crees que tienes que ser perfecto a los ojos de los demás, esto te lleva a preocuparte constantemente por lo que los demás piensan de ti. Y cuando tienes el hábito de preocuparte siempre por lo que los demás piensan de ti, tomarte las cosas como algo personal es casi inevitable.

Pero esto es lo que pasa:

No hay nada de malo en cometer errores. Y, lo que es más importante, está bien preocuparse por lo que los demás piensen de ti.

Al fin y al cabo, somos criaturas sociales. Nuestra mayor ventaja como especie es el hecho de que podemos coordinar y trabajar juntos con los demás. Y esa capacidad depende de nuestra capacidad de imaginar lo que otras personas piensan y sienten, incluso sobre nosotros. Así que no es de extrañar que solamos preocuparnos mucho por lo que los demás piensan de nosotros.

La industria de la autoayuda nos ha convencido de que no debería importarnos en absoluto lo que piensen los demás... ¡Esto no tiene sentido!

Somos fundamentalmente criaturas sociales. Preocuparse por lo que piensan los demás forma parte del paquete.

El verdadero problema que tienen los perfeccionistas sociales es que son demasiado duros consigo mismos por preocuparse de lo que piensan los demás.

Si quieres preocuparte un poco menos por lo que piensan los demás y dejar de tomarte las cosas tan a pecho, el truco está en validar tus preocupaciones en vez de juzgarlas.

Cuando te encuentres preguntándote qué piensan los demás de ti, simplemente recuérdate que es normal y está bien preocuparse un poco por esto.

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2. Utilizas la autoconversación negativa a modo de motivación

La mayoría de nosotros crecemos aprendiendo que la única forma de tener éxito en la vida es ser duros con nosotros mismos. E inevitablemente, esto conduce a un hábito sutil pero poderoso de autoconversación negativa.

Al igual que el sargento instructor que insulta a sus nuevos reclutas para "hacerlos hombres", muchos de nosotros adoptamos una actitud parecida hacia nosotros mismos...

Creemos que si somos lo suficientemente duros con nosotros mismos esto nos motivará a tener éxito. Sin embargo, hay un pequeño problema con este razonamiento...

Ser duro y crítico con uno mismo en realidad disminuye el rendimiento.

Pero lo que es peor, puede conducir a un hábito de autoconversación negativa para toda la vida y a todos los efectos secundarios que este conlleva, desde la ansiedad y la baja autoestima hasta... sí, lo has adivinado: tomarse las cosas demasiado en serio.

Cuando alguien te critica o te hace un comentario duro, el hábito de hablarte a ti mismo de forma negativa puede afectar a tu forma de pensar. En vez de considerar el error como un incidente aislado, acabas haciendo interpretaciones muy extremas o en blanco y negro para ti mismo:

En lugar de que tengo que esforzarme más en este aspecto de mi trabajo, nos decimos que soy un perdedor.

En lugar de que estamos decepcionados con mi trabajo, nos decimos que estamos decepcionados con nosotros.

Si deseas dejar de tomarte las cosas como algo personal, no generalices un error de comportamiento a un defecto de carácter.

La verdadera libertad para no tomarse las cosas como algo personal pasa por eliminar por completo el hábito de la autoconversación negativa, por aprender que no es necesario ser duro con uno mismo para mantenerse motivado y tener éxito.

Técnicas como la reestructuración cognitiva y la autocompasión pueden ayudarte a acabar con el hábito de la autoconversión negativa y, como resultado, dejar de tomarte las cosas como algo personal.

3. Tienes miedo de sentirte orgulloso de ti mismo

Ah, el orgullo... ¡El pecado favorito de todos!

En parte, debido a la herencia cristiana de la cultura occidental, muchas personas crecen creyendo que el orgullo es malo, o incluso pecaminoso. Después de todo, por eso echaron a Lucifer del cielo y expulsaron a Adán y Eva del Paraíso, ¿no? ¿Pensar demasiado en sí mismos?

En realidad, no estamos tan seguros... Ahora bien, técnicamente el pecado de orgullo se produce cuando te pones por encima de otras personas, pensando que eres mejor que otra persona.

Pero el simple hecho de reconocer tus propias fortalezas, bondades y virtudes... ¡no estamos seguro de que sea algo tan malo!

Y aunque no podemos hablar del lado espiritual de las cosas, psicológicamente es muy beneficioso tener un sano sentido de orgullo en uno mismo.

¿Cómo se relaciona esto con el hecho de tomarse las cosas como algo personal?

Tomarte las cosas como algo personal suele significar que valoras demasiado las opiniones de los demás y no lo suficiente las tuyas.

Por ejemplo:

Supongamos que tu pareja hace un comentario sarcástico o grosero sobre ti. Si tienes el hábito de decirte a ti mismo que los demás son inteligentes y capaces, pero que tú eres tonto y débil, las probabilidades de que creas el comentario de tu cónyuge y lo interiorices aumentan.

En cambio, si tienes un sano sentido del orgullo - si te recuerdas regularmente tus puntos fuertes y tus cualidades positivas -, te será mucho más fácil decirte a ti mismo "Espera un momento, eso no es cierto en absoluto. En realidad soy muy concienzudo y trabajador y casi nunca soy perezoso". Y, en consecuencia, no tomarte lo que ha dicho tu pareja demasiado en serio o personalmente.

Un sano sentido del orgullo es una poderosa defensa contra las críticas injustas y contra tomarte las cosas como algo personal.

Dedica un poco de tiempo a recordarte tus cualidades positivas y admirables y te resultará mucho más fácil resistir con confianza las críticas y los reproches injustos.

4. No sabes cómo ser asertivo

A la mayoría de nosotros nos enseñan desde pequeños que es importante ser simpático, amable y agradable y anteponer los deseos y necesidades de los demás a los nuestros.

Y luego se nos refuerza tanto por esto que acabamos llevándolo al extremo de ocuparnos crónicamente de los demás pero sin atender nunca nuestros propios deseos y necesidades.

Esto no es sostenible a largo plazo. Y uno de los muchos síntomas de negar constantemente tus propios deseos y necesidades siendo demasiado complaciente con los demás es que acabas tomándote las cosas como algo personal con más frecuencia de la que deberías.

Piénsalo:

Si constantemente dejas de lado tus propios deseos y necesidades y te ocupas de los demás, ¿qué le estás enseñando a tu propio cerebro sobre la importancia relativa de ti mismo frente a otras personas?

En resumen: que no importas.

Así que no debería sorprenderte que cuando te critican por algo, tu suposición automática es que probablemente tengan razón y que lo que tú piensas/sientes no es realmente muy importante. Y no hace falta ser psicólogo para ver cómo esto te va a llevar a tomarte las cosas como algo personal.

La solución es aprender a ser asertivo.

La asertividad es la capacidad de pedir lo que quieres y decir que no a lo que no quieres de una forma que es honesta con tus propios deseos y necesidades y también respetuosa con los demás.

Cuando empieces a aprender a ser más asertivo, empezarás a valorarte más. Y cuando lo hagas, te resultará mucho más fácil resistirte a tomarte las cosas como algo personal.

5. Te pierdes en tus propias historias

Tomarte las cosas como algo personal suele ocurrir después de haber sido criticado. Y aunque es tentador ver las palabras de la otra persona como lo que nos ha herido, eso no es técnicamente cierto...

Hace unos 50 años, los científicos cognitivos validaron por fin una teoría de la emoción de la que los filósofos llevaban más de 2.000 años intentando convencernos. Se llama mediación cognitiva.

La mediación cognitiva es la idea de que las cosas del mundo no causan emociones. En cambio, son nuestros pensamientos sobre las cosas los que afectan a cómo nos sentimos.

He aquí un ejemplo concreto:

Vas conduciendo por la carretera y un tío con un coche deportivo rojo te adelanta y te corta el paso, obligándote a frenar de golpe y casi provocando un accidente.

Es comprensible que te enfades mucho. Pero la pregunta es: ¿el tipo que te corta el paso ha provocado tu enfado?

Técnicamente no. Lo que ha provocado tu enfado es tu historia sobre lo que significa que te corten el paso.

Si el primer pensamiento que se te ha pasado por la cabeza después de que te corten el paso ha sido ¡Qué imbécil! Espero que lo detengan, la ira será probablemente tu respuesta emocional.

Pero si el primer pensamiento que se te ha pasado por la cabeza es ¡Dios mío, podría haberme matado! El miedo podría ser la emoción dominante.

Tomarte las cosas como algo personal tiene que ver con las historias que te cuentas a ti mismo, no con las que te cuentan los demás.

Una buena forma de dejar de tomarte las cosas tan a pecho es prestar atención a las historias que te cuentas a ti mismo cuando te critican. Y, si es posible, cambiar esas historias para que sean más realistas, o incluso mejor, abstenerse de contarlas.

Es más fácil decirlo que hacerlo, por supuesto, pero fundamentalmente nuestra tendencia a contarnos historias a nosotros mismos es un hábito. Y los hábitos siempre se pueden modificar con práctica y paciencia.

6. Pasas demasiado tiempo con las personas equivocadas

Cuando somos bebés y niños pequeños, aprendemos sobre nosotros mismos a través de las personas que nos rodean:

Cuando un bebé sonríe y su madre le devuelve la sonrisa, aprende que hay alguien que le responde.

Cuando un niño oye a sus padres decirle que es un vago y un "inútil", empieza a pensar en sí mismo como un vago y un inútil.

Somos seres sociales hasta la médula. Pero esto no solo es cierto para los niños…

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Como adultos, las personas con las que pasamos más tiempo nos influyen más de lo que nos gustaría admitir:

Ese tertuliano que escuchas todas las mañanas desde hace 8 años... Estás negando la realidad si crees que no te ha influido.

Ese novio excesivamente crítico con el que has vivido los últimos dos años... ¿De verdad crees que tu autoestima no se ha visto afectada por estar cerca de él durante tanto tiempo?

Como seres humanos somos increíblemente sensibles a la influencia de otras personas en nuestras vidas, especialmente de aquellas con las que pasamos más tiempo.

Si pasas todo el tiempo rodeado de personas que te faltan al respeto, acabarás tratándote a ti mismo de la misma manera.

Una de las mejores (pero a veces más difíciles) cosas que puedes hacer para dejar de tomarte las cosas como algo personal es hacer un gran cambio en el tipo de personas con las que pasas regularmente.

Hacer nuevos amigos, acabar con una relación insana o poner límites a los miembros tóxicos de la familia nunca será fácil. Pero eso no significa que no sea importante.

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