Pocas cosas hay más incómodas en esta vida que tener la sensación de que las cosas están fuera de control. Queremos autonomía en el trabajo y no ser microgestionados por nuestro deseo de control. Odiamos los cambios y preferimos la previsibilidad (casi siempre) debido a nuestra necesidad de sentir que tenemos el control. Así que cuando creemos que no controlamos las cosas, no nos sentimos bien.
Sin embargo, puedes cambiar esta situación, ya que puedes trabajar para aumentar tu sensación de control.
Las personas mentalmente fuertes suelen compartir una serie de patrones. Estos son cinco hábitos de las personas que tienen una gran sensación de control que puedes desarrollar tú mismo.
1. Se centran en su propia agenda
Esto no significa que debas ser insubordinado o ignorar la agenda de tus jefes. Básicamente consiste en no estar trabajando sin pensar en tu vida.
Los más fuertes mentalmente son conscientes de lo que desean conseguir, se fijan metas concretas de importancia personal y luego intentan no quedarse atrapados trabajando en cosas que solo promueven las metas de otras personas.
Si no tienes una agenda clara de lo que deseas lograr en la vida, acabarás siendo meramente un ser, en lugar de ser un ser humano. Te quedarás atrapado en la maleza diaria, podando y trabajando en el jardín de otra persona.
2. Dejan de pedir permiso
Ir pidiendo permiso por ahí para hacer cosas requiere tiempo. Es lo opuesto al control, ya que literalmente estás esperando a que otra persona que controla la situación te permita hacer algo.
Los mejores empleados saben que no tienen que pedir permiso para hacer las cosas (dentro de lo razonable). Así que toma esa decisión y asume la responsabilidad. Sigue avanzando sin mirar por encima del hombro. Si tienes una relación de confianza con tu jefe, aprenderás cuáles son tus límites. Lo más probable es que puedas estirar tus límites más de lo que crees.
3. Evitan los hábitos que solo sirven para agradar a la gente
Cuando te concentras en complacer a lo demás, estás regalando más control del que te das cuenta. Sacrificas compartir tu verdadera opinión para no ofender. Pierdes la oportunidad de lograr el cambio necesario. En tu deseo de ser querido, representas una versión falsa de ti mismo. Todas estas cosas te hacen perder el control.
Simplemente hay que recordar que incluso los políticos más populares nunca consiguen el 100% de los votos, y tú tampoco lo harás. Trabaja por la autenticidad, no por la aprobación.
4. Encuentran el equilibrio entre el propio control y la ayuda de los demás
Tener el control no significa que debas hacerlo todo por ti mismo. Las personas con un gran control sobre sus vidas son conscientes de que no pueden controlarlo todo, por lo que encuentran ayuda en los demás.
Esto incluye crear una junta directiva personal - un grupo de personas con un interés personal en ti que están dispuestas a guiarte, especialmente en tiempos de incertidumbre. Es como pedir un préstamo para tener una sensación de control cuando más lo necesitas.
5. Aceptan el cambio
Lo único constante en esta vida es el cambio. Entonces, ¿por qué tantas personas luchan en su contra?
Las personas mentalmente fuertes prosperan e incluso lideran el cambio. No temen la incertidumbre, sino que simplemente observan y reconocen su presencia y la aprecian por los beneficios que este aporta, como el aprendizaje, el crecimiento y la resistencia. No exageran lo que realmente perderán debido al cambio y piensan en el cambio como en una actualización de software, una forma de descargar a una mejor versión de sí mismos.