Los países de Europa del Este están en alerta por las nuevas rutas migratorias que están apareciendo después de que la Antigua República Yugoslava de Macedonia o anunciara que iba a cerrar su «frontera por completo a los migrantes ilegales».
Su decisión se produjo después de que Eslovenia prohibiera el acceso a los migrantes que transitan por su país y de que Serbia y Croacia dijeran que tenían planes de hacer lo mismo.
En respuesta al cierre de la conocida como ruta de los Balcanes, los analistas sugieren que es posible que surjan nuevas rutas alternativas.
Hungría ahora afirma que va a aumentar la seguridad en su frontera con Rumanía. El ministro del Interior húngaro, Sandor Pinter, dijo:
«Por el momento no hemos notado una afluencia de inmigrantes ilegales desde el lado rumano, pero las autoridades se están preparando para la posibilidad de construir una valla en el caso de que sea necesario».
Alrededor de 13.000 migrantes están atascados en la frontera griega con Macedonia mientras que la UE intenta sellar un acuerdo que podría provocar que todos sean devueltos a Turquía.
La agencia de refugiados de la ONU está preparando planes de contingencia para cuando estas nuevas rutas entren en funcionamiento.
Mientras tanto, los activistas que han visitado el campamento de inmigrantes Idomeni han instado a los líderes europeos a encontrar una solución más permanente a la crisis.