¿Qué ha provocado que la volatilidad del mercado de valores de Estados Unidos haya caído a su nivel más bajo desde 1993?
Mark Mobius, presidente ejecutivo de Templeton Emerging Markets Group, cree que ha identificado al culpable de la caída de la volatilidad que actualmente afecta a los mercados financieros: el auge de las redes sociales.
Por otra parte, una encuesta a 2.800 millonarios de siete países diferentes llevada a cabo por la unidad de gestión de patrimonios de UBS Group AG ofrece algo de apoyo a su afirmación de que el exceso de información no fiable está afectando negativamente a los movimientos de precios.
Mobius dijo a Bloomberg News en una entrevista la semana pasada que la atención de la gente está disminuyendo al tiempo que aumenta la información de los medios de comunicación social. Como resultado, los inversores se sientan con los brazos cruzados en lugar de reaccionar ante la nueva información:
“Los medios sociales están teniendo un tremendo impacto. Las noticias falsas que publican están dando lugar a una gran confusión. Irónicamente, están teniendo un efecto calmante. Cuando recibes toda esa información confusa y no sabes cuál es verdadera y cuál es falsa, simplemente acabas diciendo: ‘De acuerdo, al diablo con ella, no voy a hacer nada’".
Últimamente se está registrado una caída importante de la volatilidad en los mercados bursátiles de Estados Unidos, con el índice VIX (INDEX: VIX.INDEX) cayendo a su nivel más bajo desde 1993.
Sin embargo, están sucediendo otras muchas cosas sobre las que no se habla tanto, como es el caso de las fluctuaciones cambiarias, que se encuentran en su nivel más bajo desde septiembre de 2014 (según el índice de volatilidad de divisas del Deutsche Bank) y la volatilidad del mercado de bonos estadounidenses, que ha alcanzado unos niveles que no se veían desde finales de 2014 (según el índice MOVE de Merrill Lynch).
Todas estas caídas se están produciendo en un momento en el que el número de usuarios mensuales activos del servicio de mensajería Twitter (NYSE: TWTR.NYSE) ha superado los 320 millones, multiplicándose casi por cinco durante los últimos seis años. Sin embargo, tal y como se puede apreciar en el gráfico, el número de usuarios de Twitter ha aumentado de forma constante, mientras que la volatilidad del mercado ha fluctuado durante ese período, lo que no apoya la teoría de que las redes sociales estén afectando a los mercados.
La encuesta de UBS sobre las personas con un alto patrimonio neto ha descubierto que el 82% de los millonarios considera el entorno de inversión actual como el "más impredecible" de toda la historia. Esto parece incompatible con la desaparición de la volatilidad en los mercados financieros.
Sin embargo, el 72% de los encuestados confiesa que los riesgos a corto plazo son una distracción de su planificación financiera a largo plazo, ya que los jóvenes - que en principio dependen más de las nuevas redes sociales - están más afectados que los inversores más veteranos.
Además, tan solo alrededor de la mitad de los millonarios encuestados confían en los medios de comunicación social a la hora de decidir qué hacer con su dinero, en comparación con el 70% que confía en los periódicos.
La distracción provocada por la información en la que desconfía alimenta un sesgo cognitivo de toma de decisiones conocido como el efecto de la ambigüedad. La gente tiende a evitar tomar decisiones cuyo resultado parece menos seguro, favoreciendo en cambio las elecciones que parecen más predecibles.
En otras palabras, someter a los inversores a una gran cantidad de noticias potencialmente falsas reduce su actividad y disminuye los movimientos de precios.
El hecho de que diferenciar las noticias reales de las falsas sea cada vez más difícil no es toda la historia. Por ejemplo, el aumento de las estrategias de inversión pasivas en oposición a las activas, apoyado por los trillones de dólares de liquidez proporcionados por los bancos centrales a través de sus diversos programas de flexibilización cuantitativa, también tiene culpa. Pero la valoración de Mobius parece proporcionar por lo menos una explicación parcial a la actual falta de volatilidad de los precios.