A pesar de la subida de los tipos de interés por el Banco Central Europeo (BCE) y la ralentización de la economía, Alemania prepara el terreno para duplicar los préstamos federales. De esta manera, el gobierno planea mitigar los efectos de la crisis energética.
Según las previsiones preliminares, se dispondrá de 83.300 millones de euros para subvencionar el gas y la electricidad de las empresas y los hogares. ¿Y qué pasa con las palabras del ministro de Economía, Christian Lindner, sobre la vuelta al "freno de la deuda" en 2023?
En primer lugar, este mecanismo permite aumentar el endeudamiento en tiempos de recesión (se prevé que la economía alemana se contraiga en torno al 0,4% en 2023). Y, en segundo lugar, el partido de Olaf Scholz ha encontrado una salida bastante original al crear dos fondos especiales que no forman parte del presupuesto ordinario.
Hablando de las perspectivas, los analistas de Fitch Ratings pronostican una recesión económica en el país debido a la crisis energética. La inflación, a su vez, estará por encima del 4% en 2022 y 2023. A pesar de ello, la calificación de la deuda a largo plazo de Alemania se quedó en "AAA" con perspectiva estable.
Cabe mencionar que a finales del segundo trimestre, la deuda alcanzó el 94,2% en la eurozona. En la UE, la proporción también disminuyó del 87,5% al 86,4%. Además, la Comisión Europea calcula que 17 Estados miembros superarán el límite del 3% de déficit público este año. Dado los planes de Alemania así como el deterioro de la situación económica en la UE, las cifras podrían volver a empeorar.
En cuanto a los mercados, los analistas de Goldman Sachs rebajaron su previsión de beneficios totales por acción de las empresas del S&P 500 para el año en curso a 224 dólares desde 226, el próximo año a 224 desde 234 y para 2024 a 237 desde 243. Así, los beneficios de las empresas del índice aumentarán un 7% en 2022, se mantendrán sin cambios en 2023 y aumentarán un 5% en 2024.