Según una revisión de Morgan Stanley, el bitcoin no puede considerarse una moneda. De acuerdo con sus autores, el bitcoin es un activo especulativo que depende en gran medida del entorno que domina el sector financiero tradicional en un momento determinado.
Algunos inversores utilizan el bitcoin como herramienta de cobertura. En un principio, este fue creado como un activo que acumula capital. Con este, los usuarios pueden enviar fondos a cualquier parte del mundo sin necesidad de intermediarios.
Sin embargo, en la práctica, el bitcoin está fuertemente vinculado al sector bancario, y su valor lo proporciona directamente la liquidez en dólares colocada en las instituciones de crédito.
Debido a que la Fed tiene un tremendo impacto en el precio del bitcoin, Morgan Stanley llama a no considerarlo un activo independiente, sino incluirlo en la categoría de instrumentos para la especulación.