La mini-crisis bancaria en EE. UU., los problemas de Credit Suisse en Europa y el miedo a las oportunidades perdidas (FOMO) han revivido el interés por los activos digitales. En el mes, el par BTC/USD se ha disparado más de un 36%, superando los 30.000 $ y el ETH/USD ha crecido un 24%, acercándose al nivel de los 2.000 $.
Paralelamente, se han visto beneficiadas las acciones relacionadas con el sector de las criptomonedas como Coinbase, Microstrategy, Bitfarms y Marathon Patent Group, Inc. Los únicos perdedores han sido los inversores con posiciones cortas, que han perdido más de 145 millones de dólares.
¿Lo mejor está por venir?
Lo cómico de la situación es que hace nada el mercado estaba al borde de una de las mayores crisis en su historia gracias a las crecientes presiones regulatorias, la desvinculación de USD Coin (USDC) y Dai (DAI) del dólar estadounidense y sorpresiva prohibición del Binance USD (BUSD).
Para quienes no están en el tema, a principios del marzo, el regulador financiero del estado de Nueva York ordenó a la firma Paxos que deje de emitir una de las stablecoins más importantes - BUSD. El problema fue que dicha moneda representaba casi el 35% del volumen de operaciones de Binance.
Ante los riesgos de insolvencia, Binance perdió en la primera hora cerca de 500 millones de dólares en monedas. La historia no acaba ahí... Si el regulador demuestra que BUSD es un valor no registrado, otras stablecoins incluyendo el USDT y el USDC también se verán afectadas.
¿Qué genera la atención?
De momento, los inversores se centran en la situación económica de EE. UU. Aunque las presiones inflacionarias por fin ceden en el país, es poco probable que el regulador cambie de tono de la noche a la mañana. La nueva ronda del risk-off en la bolsa, a su vez, podría extenderse a los criptoactivos.
Hablando de las perspectivas, parece que estamos en la "calma antes de la tormenta". Nueva oleada de ataques por parte de la SEC y precisamente Gary Gensler podría debilitar la tendencia alcista del mercado.