El desarrollador de procesadores gráficos Nvidia multiplicó por más de ocho sus beneficios netos en el cuarto trimestre de 2023, alcanzando los 12.300 millones de dólares.
Aparte, el crecimiento de los ingresos en el segmento de los centros de datos (18.400 millones $, frente a las expectativas de 17.200 millones) confirma que la fiebre de la IA no está perdiendo impulso.
En parte por ello, la empresa prevé ganar 24.000 millones de dólares, frente a los 21.900 millones de Wall Street en el primer trimestre de 2024. Como resultado, las acciones de la empresa han vuelto a dispararse.
Es más, Nvidia superó el récord de Meta de crecimiento de capitalización bursátil en un solo día en casi 277.000 millones $. Nvidia logró esto frente a los +197.000 millones $ de la empresa de Mark Zuckerberg.
Pero, ¿hasta qué punto está justificada la valoración actual de la empresa?
Desde la perspectiva del FOMO, probablemente al 100%, pero cuando se trata de indicadores fundamentales, las cosas son mucho más turbias, como señalan los cálculos de Fortune.
Con una capitalización bursátil de 1,91 billones de dólares, Nvidia debería ganar los 200.000 millones en 2034, lo que es un 50% más de lo que ganó Apple en los últimos cuatro trimestres.
Además, conviene tener en cuenta la creciente competencia:
- AMD está sacando al mercado sus aceleradores, y los procesadores de Intel presionarán a Nvidia, al ser muy eficientes al trabajar con LLM locales a un precio más asequible.
- Grandes tecnológicas como Microsoft, Amazon y otras desarrollarán y encargarán la producción de chips de IA adaptados a sus negocios, en lugar de comprarlos a Nvidia.
¿Cuándo despertará el mercado y comenzará la tan esperada corrección?
Dado el enorme volumen de dinero en el sistema, parece que nunca, sobre todo ahora que la Reserva Federal se acerca a su revisión de la política monetaria. Pero aún hay cosas preocupantes.
En primer lugar, a pesar del optimismo generalizado, el sistema financiero de EE. UU. no se encuentra en su mejor momento. Lo mismo puede decirse de Europa y especialmente de Alemania.
Cabe destacar en este sentido el reciente desplome de las acciones de los bancos regionales y la persistente presión en el mercado inmobiliario comercial. Tampoco hay que olvidar las burbujas de crédito.
En segundo lugar, preocupa que los miembros del Congreso y las élites estén vendiendo acciones a un ritmo elevado. Esto no significa un desplome inminente, pero merece la pena prestar atención a señales de este tipo.
Además, no estaría de más seguir los niveles de soporte y resistencia para vigilar la fuerza de los alcistas.