El sistema financiero tradicional impidió que el bitcoin cayera por debajo de los 50.000 dólares. En particular, hubo dos razones para ello:
En primer lugar, la decisión de la Reserva Federal de suavizar la reducción de su balance (QT) de 60.000 a 25.000 millones de dólares. En términos más sencillos, van a sacar menos dinero del mercado.
Como resultado, asistimos a un repunte no solo en los principales índices de la bolsa, sino también en el mercado de las criptomonedas. Curiosamente, las altcoins obtuvieron mejores resultados que el bitcoin.
El segundo factor que apoyó a los activos digitales fue la subida de las acciones de las empresas tecnológicas, o más concretamente, de los representantes del grupo de los Siete Magníficos.
Así, inicialmente, los informes mejores de lo esperado de Microsoft y Alphabet ayudaron a suavizar el impacto de los malos datos del PIB y la inflación estadounidenses.
Más tarde, un informe trimestral positivo de Amazon ayudó a suavizar una sesión agitada, causada en parte por los malos datos de confianza del consumidor estadounidense.
Y el impulso final para el bitcoin vino de Apple Corporation, que aunque informó de un descenso del 4% en las ventas totales y un descenso inmediato del 10% interanual en las ventas de iPhone, anunció una recompra récord de acciones por valor de 110.000 millones de dólares.
Pero, ¿cuánto durará el rally?
A nivel local, los toros están ganando terreno, pero es demasiado pronto para hablar de la vuelta de una tendencia alcista completa. Necesitamos más positivismo tanto en la economía como en el sector de las criptomonedas.
En cuanto a lo que podría servir de estímulo, se habla de que BlackRock considera que los Fondos Soberanos y las Pensiones se acercan a los ETFs de bitcoin. La pregunta es si esto sucederá realmente o no.