Últimamente, Nvidia, el principal fabricante de procesadores gráficos, ha estado en boca de todos, pero no precisamente por buenas razones. En lugar de noticias sobre avances revolucionarios, lo que ha acaparado la atención es que los ejecutivos de la empresa han estado vendiendo sus acciones.
Aunque esto no ha provocado un colapso, ha generado cierta inquietud. Algunos incluso sospechaban que podría estar relacionado con una posible caída de los ingresos de la empresa. Al final, las cifras del segundo trimestre superaron las expectativas, pero las perspectivas decepcionaron.
Además, hubo problemas con la producción de chips Blackwell. Los inversores no se tranquilizaron ni con la promesa de que las entregas mejorarían una vez estabilizada la producción, ni con la esperanza de un buen volumen de negocio en el cuarto trimestre y un buen año por delante.
Pero lo que realmente desbordó el vaso para los inversores fue la noticia de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos había abierto una investigación contra la empresa. En concreto, por supuestamente monopolizar el mercado y dificultar que sus clientes se pasen a la competencia.
Debido a esta mala racha, las acciones de la compañía cayeron más de un 14% en los últimos cinco días en bolsa, y algunos temen que esto pueda arrastrar al resto del mercado por efecto dominó. En WallStreetBets de Reddit, incluso empezaron a cuestionarse si el precio de Nvidia es razonable.
En general, parece que el revuelo en torno a la empresa y a la industria de la inteligencia artificial se está desvaneciendo poco a poco. Ahora bien, en cuanto a si tendrá un impacto generalizado, o más bien seguirá teniéndolo, no se puede descartar tal escenario.
Pero también es cierto que, aparte del peso de la corrección de Nvidia, el sentimiento bursátil podría verse afectado por el hecho de que la economía estadounidense siga perdiendo impulso. En este sentido, habrá que estar atentos a los datos de empleo que se publicarán este viernes.