La noticia sobre la bacteria "E. coli" en las hamburguesas de McDonald's, justo un día después de que Donald Trump trabajara en uno de sus restaurantes, no asustó a los traders.
En cuanto a por qué deberían haberlo hecho en primer lugar, algunos podrían haber relacionado ambos acontecimientos y pensar que afectaría a las posibilidades de Trump en las elecciones.
Tampoco tuvieron mucho impacto los decepcionantes informes trimestrales de Coca-Cola y Boeing. Al parecer, todo el mundo esperaba buenas noticias de Tesla y finalmente las tuvieron.
El margen bruto del tercer trimestre fue del 19,8% (16,8% previsto), el BPA ajustado fue de 72 céntimos (60 previstos) y los ingresos ascendieron a 25.180 millones de dólares (25.430 previstos).
Las ventas de coches eléctricos volvieron a crecer y Cybertruck fue rentable por primera vez. En el tercer trimestre, Tesla entregó 462.890 vehículos eléctricos, un 6,4% más que el año anterior.
Pero lo más importante es que la empresa espera aumentar las entregas hasta 2024 y prevé un incremento del 20%-30% hasta 2025, lo que indica un aumento de la demanda de coches eléctricos.
Como resultado, no solo subieron el SPY y el QQQ, sino también las criptomonedas. En cuanto a la relación lógica, no se trata del amor de Musk por DOGE, sino de un entorno de riesgo en el mercado.
Si el informe hubiera sido más débil, habría habido preocupación por el deterioro de la economía, lo que significa que era el momento de invertir en activos más defensivos en lugar de comprar más BTC.
Otro factor positivo para el sector de los activos digitales parece ser que Trump se ha posicionado como favorito en la carrera hacia la Casa Blanca, lo que traería cambios favorables para el sector.
Ahora bien, podríamos soñar con que el bitcoin alcanzara pronto los 80.000 $, pero hay que tener en cuenta que tras las grandes subidas, podría producirse una corrección, por ejemplo, debido al take profit.