Como anticipo a los aranceles recíprocos (dirigidos a países con altos impuestos a productos estadounidenses y un gran déficit comercial con EE. UU.) que entrarían en vigor el 2 de abril, Trump firmó un decreto que impone un arancel del 25% a todos los automóviles fabricados fuera del país.
En términos de consecuencias, las empresas con plantas en México, Canadá, Corea del Sur, Alemania y Japón estarían entre las más afectadas. Solo en el caso de Porsche AG y Mercedes-Benz Group AG, se calcula que se enfrentarían a pérdidas potenciales de 3.400 millones de euros.
En cuanto a la economía, se estima que los precios de los automóviles estadounidenses podrían aumentar en "miles de dólares". Aunque este factor por sí solo no desataría una inflación galopante, combinado con otras medidas arancelarias, su impacto podría ser significativo, complicando la tarea de la Fed.
Además, es probable que las empresas intenten acumular existencias antes del 2 de abril. La última vez que las empresas aceleraron las importaciones por temor a un aumento de los aranceles, ello provocó una revisión a la baja de las previsiones del PIB a finales de febrero.
No es de extrañar, pues, que el ánimo en los mercados haya empeorado. Incluso el par BTC/USD sufrió un golpe inicial, aunque se recuperó rápidamente. Tampoco el ciberataque masivo a Hyperliquid, que causó pérdidas superiores a 10 millones de dólares, tuvo mucho impacto en la divisa.
¿El BTC se ha vuelto inmune a Trump y el negativismo?
Lo sabremos cuando se anuncien nuevas medidas el 2 de abril y por la reacción de otros países. Si los mercados interpretan lo que está ocurriendo como un riesgo de desaceleración económica y mayor inflación en EE. UU., podríamos asistir a una nueva oleada de risk-off, que también podría afectar a lBTC.