Estatuas gigantes de los grandes líderes, monumentos imponentes, el hotel abandonado más alto y el estadio más grande del mundo, entre otros.
La actitud del mundo hacia Corea del Norte tiende a oscilar entre burla inofensiva y auténtico terror.
Al igual que otras dictaduras del pasado, Corea del Norte suele encarnar ese rango de emociones a través de su arquitectura.
Por un lado, está la afición del país a los tonos pastel, que recuerdan a la década de 1950 en Estados Unidos. Pero por otro, están los imponentes edificios de hormigón que envuelven a los observadores con su sombra.
En un país que mantiene tanto en secreto, la arquitectura termina diciéndolo todo.
Al entrar en la capital, Pyongyang, los visitantes cruzan el Arco de la Reunificación. Las dos mujeres que sostienen una Corea del Norte y Corea del Sur unidas, simbolizan la visión del líder supremo Kim Il Sung para los dos países.
Inmediatamente después, los visitantes se encuentran con el Monumento del Partido de los Trabajadores. En la inscripción puede leerse, "¡Viva el Partido de los Trabajadores de Corea, el organizador y guía de todas las victorias del pueblo coreano!”
El perfil del centro de Pyongyang está marcado por el Hotel Ryugyong de 105 pisos, que es actualmente el edificio abandonado más alto del mundo. No se ha realizado ningún tipo de trabajo en él desde 1992.
Al otro lado de la ciudad, la Torre Juche de unos 170 m de altura se levanta sobre el río Taedong.
Algunas de las arquitecturas más impresionantes (e intimidantes) de Corea del Norte residen en el centro de la ciudad, como el extenso Palacio de los Niños de Manyongdae. El edificio tiene dos alas o "brazos" que simbolizan el abrazo de una madre.
Corea del Norte no tiene suficiente electricidad propia, por lo que durante la noche todo el país se queda completamente a oscuras. Lo poco que queda se destina a la iluminación de una imagen del fundador del país, Kim Il-Sung.
Estos edificios no serían posibles sin los miles de trabajadores que se ven obligados a trabajar largas horas para construirlos.
Las condiciones a menudo no son buenas, por no decir peligrosas.
Gran parte de la arquitectura del país es en honor a los líderes de Corea del Norte, Kim Il-Sung, que gobernó entre 1972 y 1994, y Kim Jong Il, que siguió a Sung hasta su propia muerte en 2011.
Estos dos hombres están inmortalizados con orgullo por todo Pyongyang, sobre todo en el Gran Salón de la Asamblea Popular.
En uno de los edificios del centro de Pyongyang se lee: "Los grandes camaradas Kim Il Sung y Kim Jong Il estarán con nosotros para siempre".
Haciendo caso omiso a la descarada propaganda, hay muchos aspectos de la arquitectura de Corea del Norte que son realmente impresionantes. La estación de metro está entre las más decoradas del mundo.
Quizás no sorprenda que Corea del Norte sea también la sede de los estadios deportivos más grandes del mundo, como el Estadio Primero de Mayo (May Day).
Lleno completamente, puede albergar a 150.000 personas. Muy a menudo, se utiliza para el festival de Gimnasia de las Grandes Masas y Actuación Artística Arirang, que se celebra cada año y rinde tributo a la historia del país.
En medio de la monotonía de la vida cotidiana, la gente también se las arregla para encontrar tiempo para divertirse en el parque acuático Munsu.
Luego están los festivales de danza que tienen lugar junto al Arco del Triunfo, que fue construido por el Sindicato de Mujeres para celebrar el 83º aniversario de la fundación del Ejército Popular de Corea.
La ciencia también desempeña un papel importante en Corea del Norte. El Centro de Ciencia y Tecnología, por ejemplo, fue construido con la forma de un átomo y se abrió a principios de este año.
El líder del país, Kim Jong-Un, ha dicho que espera que el centro ayude a "avanzar en el establecimiento de una patria rica y poderosa a través de la locomotora de la ciencia y la tecnología".
La estructura se une a la Avenida de los Científicos Mirae, que Corea del Norte quiere utilizar como su centro para convertirse en una potencia mundial en innovación.
Algunos edificios de apartamentos lucen paneles solares.
Muchos de los edificios destacan por sus paletas de colores vivos y aspecto industrial.
En un país que habitualmente se queda a oscuras, las breves celebraciones puede que sean las únicas fuentes de luminosidad durante la noche.
En un país tan concentrado en mantener el control, esto puede significar que todo sigue un plan.