En vísperas de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016, Brasil tiene previsto recibir a más de medio millón de turistas extranjeros.
Dada la tasa de criminalidad en Río, las autoridades locales han declarado la guerra a los grandes criminales, sobre todo a los capos de la droga, en sus numerosas «favelas». Casi el 25% de la población de Río reside en estas favelas, áreas extremadamente concentradas que mantienen varios capos de la droga. Los frecuentes disparos han sido una constante durante muchos años en estas barriadas.
Cuando la policía no es capaz de someter el problema, se requiere un tipo de fuerza especial. El “Batallón de Operaciones Policiales Especiales” o BOPE es un grupo de oficiales de élite que muchos de los ciudadanos de Río temen – y no solo los criminales.
Algunos creen que la existencia del BOPE es una maldición, más que una bendición – los grupos de derechos humanos han acusado a esta organización de élite de ejecuciones sin juicios y de corrupción. Con su logo que muestra un cuchillo y una calavera y uniformes y vehículos negros, es fácil que se critique el método que emplea el BOPE para erradicar el crimen.
Sin embargo, como último recurso de la fuerza policial de Río, el BOPE puede ser la única opción que tenga esta ciudad de limpiar las favelas de la actividad de la droga con el fin de garantizar un área segura para los miles de turistas que visiten esta ciudad durante las Olimpiadas.
Vista aérea de Rocinha – una de las muchas favelas de Río.
El BOPE, el batallón de élite de la policía militar, entra en el violento Complexo da Mare, una de las mayores favelas de Río de Janeiro, Brasil.
Un oficial del BOPE lee unas notas – supuestamente de narcotraficantes – que enumeran las cantidades pagadas a los soplones de los miembros de las bandas, sobre la presencia policial.
Un oficial del BOPE camina cerca de un muro repleto de agujeros de bala durante una operación.
Un hombre lee un periódico mientras el BOPE toma posiciones en una revuelta en el suburbio de Mangueira.
Una mujer mayor pasa por las calles donde se encuentran los miembros del BOPE, mientras buscan armas y drogas en las casas.
Los miembros del BOPE se equipan con armas y tácticas con las que los oficiales de la policía no cuentan o para las que no están entrenados.
Los barrios hacinados de las favelas son un desafío para los oficiales del BOPE. Debido a que las bandas y las milicias de las favelas están muy organizadas, los oficiales del BOPE pasan por un duro régimen de entrenamiento.
Un miembro del BOPE escucha en una puerta durante su vigilancia.
Un oficial del BOPE asusta a una joven pareja que duerme cuando irrumpe en las casas en busca de armas y drogas.
Con el logo engalanado de una “caveira” o calavera, el BOPE infunde el miedo entre los criminales que operan en los suburbios.
Un hombre es investigado por un oficial del BOPE en una favela. Además de erradicar el crimen, el BOPE también tiene una misión pacífica de interactuar con la comunidad a través de reuniones y eventos deportivos.
Los asaltos nocturnos pueden terminar bien o mal para los oficiales del BOPE. A menudo, los criminales equipados con radios tienen conocimiento de un próximo asalto mucho antes de que lleguen a su favela.
Su lema “victoria sobre la muerte” no es solo un testimonio de su determinación, sino también evidencia el hecho de que cualquier mínimo error puede costarles la vida.
No es difícil encontrar a un oficial del BOPE al que hayan disparado durante su vigilancia. Debido al peligro natural de la favela, incluso los cámaras que acreditan su trabajo pueden verse envueltos con facilidad en una revuelta armada.
La simulación de escenarios de crimen como este, en un entrenamiento en el estadio Maracaná, aporta a los oficiales del BOPE un valioso entrenamiento para los próximos Juegos Olímpicos.
La pacificación de las favelas y de sus muchas callejas es una actuación impactante, especialmente cuando llevan todo su equipo de armamento adicional.
Los oficiales del BOPE toman posición en el tejado de una escuela en el suburbio de Rocinha.
Por si sus armas no intimidaran lo suficiente, cada oficial del BOPE es entrenado para las guerras urbanas y en la selva – incluso asisten a seminarios sobre combinación de artes marciales con célebres luchadores como Anderson Silva.
La niebla se cierne el 4 de enero de 2016 en Río de Janeiro, Brasil, sobre la estatua del Cristo Redentor con la favela Cantagalo en un primer plano. En vísperas de los Juegos Olímpicos, que tendrán lugar el mes que viene, el tiempo dirá si los esfuerzos de pacificación de esta fuerza de élite se han visto compensados.