El libro "Golden Days Before They End" explora el mundo extraño del interior de estos bares.
En los últimos años, los garitos en Viena, Austria han ido cerrando rápidamente. Aunque todavía existen estos pequeños bares, el abuso del alcohol, la prohibición de fumar y la crisis económica, entre otras, son las causas de los cierres.
Pero estos bares todavía tienen unos clientes habituales para animar el lugar. Durante años, el autor Clemens Marschall y el fotógrafo Klaus Pichler fotografiaron y entrevistaron a los pocos rezagados que quedaron.
"Lo mejor es que, después de un año o dos que piensas que has oído de todo, vas a un lugar nuevo y descubres un universo completamente diferente con historias que casi nadie puede creer", dijo Marschall a Business Insider.
Su libro, “Golden Days Before They End” ("Época de oro antes de que se termine") explora el extraño mundo del interior de estos bares. A continuación, incluimos fotografías de la pequeña pero muy interesante clientela.
En estos bares las bebidas son baratas, no hay comida y el local se cae a pedazos". [Por dentro los bares son] pequeños, llenos de humo y con abundante alcohol", dijo Marschall.
Marschall y Pichler visitaron 100 bares, de los cuales fotografiaron a 70 y entrevistaron a gente.
Desde que dejaron de trabajar en el libro, más de 25 de estos bares han cerrado definitivamente". Tal vez más, ya que el número puede cambiar cada día, como vimos en el proceso de creación del libro", dijo Marschall.
Marschall y Pichler se centraron en los viejos locales, que casi están en extinción. Marshcall explicó: "Si un bar parece que está cerrado, es siempre una buena señal para nosotros. Además, cuando la gente de otros bares nos advirtió, '¡no ir allí, allí solo hay peleas!' - adivina donde fuimos después”.
Marschall describe los bares como "lugares habituales".
Marschall y Pichler comenzaban sus mañanas esperando fuera del bar, lo que se convirtió en uno de los momentos más memorables del trabajo de Marschall en el libro. "Son las 9 de la mañana, acabas de tomar tu café de la mañana y luego entras en un bar en el que han estado bebiendo durante Dios sabe cuánto –la iluminación está en su apogeo y han improvisado un pequeño espectáculo de strip-tease", cuenta Marschall.
Los clientes habituales de estos bares son generalmente personas mayores y saben perfectamente que beber en exceso es perjudicial para su salud, pero pasan eso por alto. "Normalmente, los clientes saben que deberían hacer más por sus problemas de salud que ahogarlos, pero mientras tanto hacen lo que pueden", afirmó Marschall.
"[La gente es] generalmente amable y respetuosa, siempre y cuando se les trata con respeto también", dijo Marschall. "Algunos fueron un poco rebeldes en su juventud, otros fueron ricos y acabaron en prisión debido a la forma en que habían ganado su dinero. Pero ahora, esta es una generación antigua, que quiere disfrutar todo lo que puedan del tiempo que les queda».
"Para mí, lo interesante fue profundizar en ciertos bares, ir allí con bastante frecuencia y ver la dinámica", dijo Marschall.
"En primer lugar, pueden parecer lugares salvajes sin ningún tipo de reglas, pero luego ves que definitivamente hay normas que cumplir, límites que no se deben cruzar. De lo contrario tienes que salir y probar suerte en otro bar».
Mientras que los bares están cerrando debido a la antigüedad, muchos de sus clientes habituales hacen lo mismo. "Empezamos a principios de 2012 y, mientras tanto, más de un tercio de los entrevistados y fotografiados para este libro han muerto", dijo Marschall.
"Como muchos bares han cerrado por el momento, sería prácticamente imposible hacer el mismo libro de nuevo", dijo Marschall. "Es extraño. Creo que la gente que viene a esta ciudad en pocos años no va a creer que alguna vez existieron estos lugares, porque no quedan señales o huellas de su existencia. Estos lugares simplemente desaparecieron del mapa".