Las terminales de aeropuertos más bonitas del mundo

La belleza y el ingenioso diseño de las terminales de aeropuertos – donde los viajeros pasan tanto tiempo– se homenajean en un nuevo libro de fotografía, “The Art of the Airport” (El Arte del aeropuerto).

Originalmente inaugurado en 1931, este aeropuerto se especializa ahora en viajes a Latinoamérica, con vuelos directos a Buenos Aires, Montevideo y Santiago de Chile. Los arquitectos Richard Rogers y Antonio Lamela diseñaron el edificio de la Terminal 4 –abierta en 2006– utilizando el bambú como elemento unificador para crear una sensación de calma.

Las amplias claraboyas deja entrar la luz natural a una terminal que, junto con su edificio satélite (a 24,14 km de distancia), tiene una extensión de 760.000 metros cuadrados. Los dos edificios están conectados por un metro.

El diseño de la Terminal 3 del aeropuerto de Shenzhen es obra de los arquitectos italianos Massimiliano y Doriana Fuksas, que se inspiraron en las mantarrayas de la costa de China para realizar su trabajo.

El aeropuerto recibe 32,3 millones de pasajeros al año, una cifra que se debe al amplio diseño de la Terminal 3, que se abrió en 2013. Cuenta con 63 puertas de embarque fijas, 15 móviles y un techo con 79 metros de altura.

Diseñado por Studio Pacific Architecture y Warren & Mahoney, este aeropuerto conocido como 'The Rock' (La roca) está inspirado en la leyenda de los monstruos marinos Ngake y Whataitai. El diseño exterior se asemeja a 'peligrosos acantilados', con placas de cobre concebidas con el objetivo de reflejar la luz simulando la forma en la que el agua se refleja sobre las piedras.

Las altas ventanas proporcionan mucha luz a la terminal en la cual se observa el uso generalizado de madera y, donde es posible, rampas en lugar de escalones y escaleras mecánicas (quizás los monstruos marinos tuvieron problemas con ellos).

Concebido y construido antes de la crisis financiera de 2008, el aeropuerto de Lleida, en Cataluña, fue diseñado para recibir a 400.000 pasajeros al año. Aunque, actualmente, acoge a menos de 40.000 al año. Todavía ofrece vuelos directos a ciudades españolas, así como al Reino Unido e Israel durante el verano.

La torre de control del aeropuerto mide 41 metros de altura y está unida al edificio de la terminal. La parte delantera de la terminal está cubierta con placas metálicas en tonos verde oliva y marrón.

Aunque la terminal del aeropuerto en sí es un poco simple, detrás de la misma encontramos un atractivo complejo de estructuras con forma de tiendas de campañas construidas para asemejarse a las viviendas de los beduinos. Las "tiendas", hechas de fibra de vidrio y recubiertas de teflón blanco, se apoyan sobre un total de 210 pilones de acero, cada uno con 45 metros de altura.

Debajo de las "tiendas" del aeropuerto hay un espacio abierto de casi 500.000 metros cuadrados, diseñado para acoger a 80.000 pasajeros al mismo tiempo. También hay un zoco y una mezquita.

Un aeropuerto construido a principios de los años 2000 con el objetivo de hacer frente al número cada vez mayor de turistas, el Marrakech-Menara tiene un techo curvado de hormigón y grandes ventanas triangulares pintadas con diseños árabes. El equipo de arquitectos E2A de Casablanca y la empresa francesa CR se unieron para crear una hermosa mezcla de tradición y arquitectura moderna.

El techo de la terminal es una estructura de acero, cubierta de aluminio, con ventanas que dejan entrar mucha luz natural. Las ventanas también tienen otra función: en lugar de ser de cristal, son pirámides fabricadas con módulos fotovoltaicos que ayudan a generar electricidad.