El Uber de los sastres
Peter Earl Mccоllоugh/The New York Times
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Si ha perdido peso, pero su ropa es demasiado cara para tirarla a la basura, busque un sastre.

A pesar de que fue destituido de Men's Wearhouse, George Zimmer sigue queriendo que «te guste tu aspecto», solo que esta vez con una aplicación.

El que fuera la cara anciana con voz áspera de la cadena de tiendas que él mismo fundó, el señor Zimmer se ha estado modernizando a sí mismo como un empresario tecnológico. El lunes desvelará su nueva empresa, zTailors, una web y aplicación que conecta a los clientes y sus armarios desaliñados con sastres a demanda preparados para recibir llamadas domésticas.

«Es Uber para sastres» dijo el señor Zimmer, de 66 años, en una entrevista.

Zimmer, que impulsa su emergente empresa con su propio dinero, dice que cree que zTailors -sí, la «z» es de Zimmer-tiene capacidad para cambiar millones de prendas que no quedan bien por prendas que parezcan nuevas.

Su aplicación y sitio web permitirán a los clientes fijar una cita con el sastre para que vaya a sus casas u oficinas, donde tomarán medidas y reajustarán trajes, camisas, chaquetas y vestidos por un precio fijo. Las prendas ajustadas serán devueltas en unos pocos días.

El mercado, según Zimmer, está tan abierto como un vestidor en un McMansion en rápido crecimiento.

«En los roperos de los estadounidenses hay miles de millones de dólares en valor de ropa que se ha ido acumulando con los años», dijo Zimmer. «No todo aparece en el lado bueno del ropero. No todo queda bien. Esto pasa porque, o bien ha encogido, o tú has crecido».

No existe rival en estos momentos en el mercado. Una empresa llamada Combat Gent presentó un concepto similar, llamado Haberdash, el año pasado. Pero Haberdash no ganó terreno y cerró.

Y la propia Uber formó equipo con un sastre en Singapur por una oferta especial, llevando a un sastre de reputación a las casas de los clientes.

Zimmer, cuya fortuna neta ha sido estimada entre 150 y 800 millones de dólares, es el presidente y fuerza financiera detrás de zTailors. Hay otras personas y familias que han contribuido económicamente con la start-up, según dice Zimmer, pero no hay capitalistas de riesgo implicados, a pesar de la proximidad de la empresa, que se encuentra en Oakland, California, a Silicon Valley.

Durante los meses pasados zTailors ha estado en modo sigiloso, realizando operaciones en diferentes grandes ciudades por todo Estados Unidos y ya ha conseguido que 600 sastres se unan al proyecto. El plan es que funcione en los 50 estados a finales de año, con más de 1.000 sastres.

Un cliente de prueba fue Nathaniel Burns, de Walnut Creek, California, un ejecutivo preocupado por la moda en una institución financiera local. El señor Burns ha perdido unos 14 kilos tras competir en carreras de obstáculos como Tough Mudder, y sus trajes ya no le quedan bien.

«Tenía trajes de 1.000 dólares que ya no podía ponerme», dijo Burns. «Tenía curiosidad por ver si podían hacer algo con ellos».

Utilizando zTailors, citó a una costurera en su casa un día después del trabajo. Ella le tomó medidas y le devolvió sus trajes unas pocas semanas después, que ahora le quedan bien y con acabados más modernos, por 450 dólares. El señor Burns está pensando ahora en utilizar zTailors para reajustar muchas de sus chaquetas deportivas y algunos de los trajes de su mujer.

Una de las motivaciones del señor Zimmer es, en parte, el deseo de ayudar a los sastres. Un sastre gana de media 38.000 dólares, según dijo Zimmer, y añadió que su empresa puede duplicar esa cantidad. Al mismo tiempo, los sastres son una mano de obra muy fragmentada, sin una cadena nacional que ofrezca un producto fiable y de marca.

«Los sastres se merecen esta oportunidad de sacar partido a sus smartphones, de duplicar sus ingresos y disfrutar de los frutos de sus obras», dijo Zimmer.

Los precios son 20 dólares por estrechar una camisa y 16 dólares por hacer el dobladillo a unos pantalones. Pero el señor Zimmer dice que una vez que un sastre esté en casa de un cliente, el negocio estallará.

Un sastre que se unió pronto al proyecto es Mario Galván, de Temecula, California, exempleado de Men's Wearhouse. El primer trabajo del señor Galván a través de zTailors fue en una casa en la costa de Los Ángeles, con un hombre que quería arreglar por completo 30 camisas. La factura fue de 800 dólares.

«Cuando alguien te está dando prácticamente todo su armario de buenas a primeras, es un trato increíble», dijo Galván. «Cerrar ese acuerdo de buenas a primeras fue fantástico».

Galván asegura que ahora cree que puede ganar más de 100.000 dólares al año.

«Siempre que seas una persona perfeccionista y que te guste trabajar, en el cielo está el límite», dijo.

zTailors se queda con un 35 por ciento de cada adquisición, A pesar de que es un porcentaje alto, la empresa asegura que los sastres considerarán que vale la pena teniendo en cuenta el gran volumen de ropa que están arreglando.

Al preguntarle si había encontrado un eslogan para competir con la frase de Men's Wearhouse «Te va a gustar tu aspecto, te lo garantizo» Zimmer respondió recatadamente:

«Estamos trabajando en algo, pero no está listo para sacarlo a luz. Son solo cuatro palabras».

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