El proyecto del diseñador ruso pretende orientar la creación de la industria de yates hacia direcciones más ambiciosas.
Como si los súper yates no fuesen suficientemente atrevidos y caros.
Con toda seguridad, los navíos actuales pueden ir equipados con salas de cine, piscinas, helicópteros, spas, gimnasios y submarinos complementarios.
Pero nada puede compararse con el lujoso crucero futurista creado por el empresario y diseñador ruso, Vasily Klyukin.
El Monaco 2050 es tanto un jet o avión a reacción como un helicóptero con la misma capacidad de aterrizaje y despegue que un Harrier Jump Jet o caza F-35.
Si este tipo de navío se convierte en realidad, podría asegurar el desplazamiento rápido de los futuros multimillonarios desde la Riviera francesa a un ático neoyorquino sin que se mojen los zapatos Bruno Magli.
«Creo sinceramente que (podemos) crear un futuro si les damos a los ingenieros la dirección en la que pensar», dijo Klyukin en un email a la CNN.
Al parecer no existen fabricantes de yates que planeen hacer que el Monaco 2050 se convierta en una realidad sino más bien, Klyukin espera sacar el tema a colación y animar a sus compañeros diseñadores de yates a ponderar las posibilidades.
No obstante, los comentarios hechos por los admiradores de los súper yates sobre las posibilidades de estos no han cesado en las redes sociales.
El megayate de Klyukin que se puede transformar en avión sería un buen regalo de cumpleaños
Las representaciones o bocetos iniciales muestran un yate elegante con una cubierta que puede retirarse rápidamente para que se transforme en un jet para vuelos de larga distancia o un helicóptero para travesías de corta distancia, utilizando rotores que pueden moverse o adaptarse según sea necesario.
«La cubierta superior es parte del yate al mismo tiempo que un aeroplano independiente», afirma Klyukin. «Si es necesario, se elevarán mediante unos tornillos integrados en las alas para transformarse en helicóptero».
«(No es posible) cruzar el Atlántico o sobrevolar Hong Kong en helicóptero y por lo tanto, después de alcanzar la altitud y velocidad adecuadas, se pueden encender los motores del jet e incluso realizar un vuelo internacional».
Klyukin ha diseñado varios yates de gama alta en el pasado.
Otras representaciones anteriores incluyen navíos gigantes con forma de cisne o la icónica torre Skyline de Manhattan y el barco de vapor de estilo antiguo Misisipi con su toque de lujo contemporáneo.
Asimismo es el responsable del diseño de varios edificios tan ambiciosos como espectaculares, como se muestra en esta página web.
En 2014, Klyukin supuestamente desembolsó 1,4 millones de dólares para comprar una entrada en uno de los primeros vuelos al espacio del Virgin Galactic junto con Leonardo Di Caprio.
A pesar de la tecnología concreta que parece situar al Monaco 2050 en la lejanía, Klyukin afirma que lo verá construido a lo largo de su vida.
Según él, «No tendríamos por qué esperar 35 años ya que un yate así podría empezar a diseñarse hoy. El desarrollo de la tecnología para drones y los logros actuales de la industria del helicóptero le permiten al aeroplano alcanzar la altura deseada y solo entonces, cuando se hayan alcanzado entre 1.000 y 2.000 metros, se puede pasar a los motores del jet».
Hasta entonces, los multimillonarios tendrán que sobrevolar la zona metidos en helicópteros si quieren volar hacia y desde sus alfombras marítimas.