El lado oscuro de los coches conectados a la red.
Mientras que los consumidores esperan ansiosos la tan rumoreada introducción de Apple en la industria automovilística y el coche de Google sin conductor, dos investigadores de seguridad han prestado especial atención esta semana al hecho de demostrar lo fácil que es hackear un Jeep Cherokee y hacerse con el control del vehículo de forma remota, incluso cuando alguien lo está conduciendo. Según Wired:
«Se trata de la última novedad de una serie de revelaciones de dos hackers que han sembrado el miedo en la industria automovilística y han incluso contribuido a la creación de nuevas leyes».
Existen muchas formas en las que los hackers pueden hacerse con el control de un coche.
En una reciente presentación para inversores de Harman International Industries, que se encarga de los sistemas de audio y entretenimiento de un 80% de los vehículos de gama alta, se mostraron todas las formas en las que un hacker se puede hacer con el control de un vehículo. Harman también está a cargo del coche conectado de Apple (denominado CarPlay) y de Google.
Harman también muestra en la presentación las mejoras que está introduciendo en la seguridad de los coches conectados con nuevas capas de protección ante ataques.
Durante décadas los vehículos no han tenido problemas con hackers porque no estaban conectados a internet y no había forma de tener acceso a su sistema operativo interno. El investigador de Baird David Leiker escribió en un informe dirigido a clientes el pasado miércoles 22 de julio:
«Por lo tanto, la industria automovilística nunca se ha tenido que preocupar de la seguridad cibernética y de que alguien se hiciera con el control de un vehículo desde el exterior».
Ahora, debido a todas las formas en las que los coches están conectados (reconocimiento de voz, Bluetooth, GPS, tecnología de rastreo ocular, seguimiento del conductor) existen muchas más posibilidades de actuación para los hackers con los terribles resultados que podría conllevar.