La evolución de la bebida diseñada para reemplazar por completo la comida humana.
Soylent ha enviado kits con productos sustitutos de comida a más de 50.000 clientes durante sus dos primeros años de existencia. Pero si desea ser algo más que una mera curiosidad en el mundo alimentario, deberá reinventarse a sí misma.
Por eso Soylent ha dedicado más de un año de trabajo a embotellar su producto en polvo original (que mezclado con agua y servido frío sienta mucho mejor). El lunes por la mañana, la empresa anunció que ya está aceptando pedidos de su nueva versión embotellada: Soylent 2.0, una bebida ya lista para su consumo que contiene aproximadamente el 20% de los nutrientes y calorías que se recomienda tomar a diario.
Soylent vende cada paquete de 12 botellas de 400 calorías por 29 dólares, gastos de envío incluidos (si realizas una suscripción mensual). En cuanto a las comidas, tendrán un coste ligeramente mayor que el producto en polvo. La información nutricional es similar, si bien el director ejecutivo, Rob Rhinehart, ha comentado a la revista Forbes que habrá algunos cambios, como una variación de las proteínas al utilizar ahora soja en lugar de arroz.
En cualquier caso, el principal cambio es de filosofía. Ya en 2013, Rhinehart realizó experimentos con Soylent como sustituto de una comida completa, documentando un ensayo de 30 días en su blog. Hoy en día, Soylent ha podido comprobar que incluso muchos de sus seguidores consumen el producto solo una o dos veces al día, más como suplemento alimenticio o aperitivo que como sustituto de una comida completa. El hecho de embotellar el producto Soylent es un paso en esa dirección.
Este nuevo formato también elimina la mayor barrera de entrada que presentaba Soylent: enseñar a los consumidores a mezclar el producto. Hasta Rhinehart era consciente de lo frustrante que resultaba tener que mezclar las comidas todas las mañanas y limpiar la jarra después. La botella es un método probado de consumo de bebida e intentar que los consumidores prueben un producto embotellado no requiere tanto esfuerzo.
«Resultó claro como usuario del producto que teníamos que hacer un producto que fuera lo más cómodo y con la menor manipulación posible»—dice Rhinehart. «Puedes llevarte la botella al trabajo, tenerla en la nevera o a mano. Tomarla como aperitivo o para comer».
Lo que aún no está decidido (al menos de momento) es vender las botellas de Soylent 2.0 en establecimientos minoristas, donde las bebidas que se consumen como sustitutos de comidas pueden situarse junto a las bebidas energéticas. En cambio, las máquinas expendedoras sí son un método que Soylent está «considerando». Pero todavía no se ha realizado ningún anuncio al respecto.
Soylent recibió 20 millones de dólares para financiación de Andreessen Horowitz a principios de 2015 ya que quería que la tomasen en serio como opción de comida para muchos consumidores, y no simplemente como un producto nicho dirigido a programadores y amantes de las innovaciones. Para llegar ahí, la empresa finalmente tendrá que incorporar nuevos sistemas distintos de la venta directa mediante comercio electrónico a fin de acceder a un mayor número de clientes potenciales. También deberá deshacerse del estigma que los sustitutos de comidas suelen tener de ser productos que saben mal y presentan una estética cuestionable.
Pero, como decíamos, embotellar el producto es un paso en dicha dirección. Soylent 2.0 no es ninguna revolución, pero podría conseguir que el consumo de este producto alimenticio alternativo sea algo más generalizado.