El competidor de Uber ha bloqueado la cuenta de WeChat de la compañía.
Uber no está nada conforme con sus competidores en China. El gigante del transporte compartido de EE. UU. «ha dado su opinión por primera vez» sobre su bloqueo en WeChat, la extendidísima plataforma de mensajería móvil de China que dirige Tencent, inversor del rival de Uber, Didi Kuaidi.
Emil Michael, el ejecutivo de Uber que se vio en serios apuros el año pasado tras hacer unos comentarios sobre los periodistas, comentó a Bloomberg que lamenta la congelación de la cuenta de WeChat de Uber. Uber tenía una serie de cuentas configuradas en WeChat (lo que sin duda es más importante para las relaciones con los clientes en China de lo que puede serlo una página de Facebook en Occidente); pero las cosas empezaron a cambiar después de que se produjera una fusión multimillonaria entre Didi Dache y Kuaidi Dache en febrero. Emil Michael comentó a Bloomberg:
«A partir de entonces es cuando empezó a verse un deterioro en el entorno competitivo, que fue aumentando hasta el momento en que nuestras cuentas (de WeChat) fueron canceladas en marzo».
WeNoChat
El primer signo de bloqueo llegó en marzo de este año, cuando se eliminó la cuenta oficial de Uber, según parece por haber violado las normas de uso. Todo apunta a que, a continuación, WeChat borró todas las menciones a Uber en la función de búsqueda de servicios en julio para pasar a ocultar directamente, un poco después, el servicio a los usuarios. Si unimos esto a la reciente inversión del fondo soberano de China en Didi Kuaidi, tendremos todos los ingredientes para un escándalo tecnológico.
A pesar de que Uber asegura tener más de un millón de carreras al día en China y que, según dice, estas llegarán a superar su volumen de negocio en EE. UU., la empresa cree que el bloqueo en WeChat está reduciendo su potencial en el país. Es fácil ver cómo esta situación frustra a Uber que, por cierto, está actualmente recaudando fondos para su negocio en China; Bloomberg comenta que Michael está liderando esta carga, dado que WeChat tiene un seguimiento espectacular en China, país donde se cree que se encuentran la mayoría de sus más de 500 millones de usuarios activos.
Pero no finjamos sorpresa. Esta es la vida en internet y la vida en China.
Tencent hace uso de WeChat para dar impulso a muchos de sus objetivos. Por ejemplo, JD.com, el rival de Alibaba en el que Tencent invirtió, está integrado en el servicio para permitir a los usuarios de WeChat poder realizar un pedido desde dentro de la aplicación. Los servicios de Didi Dache y Kuaidi Dache todavía siguen estando disponibles por separado a pesar de la fusión, y el primero también puede encontrarse en WeChat, de forma que es posible pedir un taxi en pocos segundos sin tener que salir de la aplicación.
Además, Tencent también ha añadido muchas otras funciones y cómodos servicios a WeChat, como la posibilidad de pagar las cuentas y realizar otras tareas cotidianas de forma rápida y sencilla. Pero, por lo que respecta a la faceta empresarial, sus inversores están preocupados por el hecho de que el servicio pueda estar siendo gestionado de tal forma que sus rivales se estén beneficiando de él a sus expensas.
Mi plataforma, mis normas
Uber ya tendría que saberlo. Cuando usas la plataforma de otro, estás sujeto a sus normas y, en ocasiones, a sus decisiones.
No hace tanto desde que Facebook decidiera cortar el acceso a su plataforma a una serie de servicios sociales que competían con él de la forma que fuese. ¡Vaya por Dios!, Twitter sigue haciéndolo, tal y como puede atestiguar el equipo de Meerkat, rival de la aplicación de retransmisión de vídeos en directo por internet de Twitter, o lo que es lo mismo, Periscope.
Así que, ¿qué es lo que hace que Uber piense que su situación es tan diferente?
Quizá es la arrogancia intrínseca que deriva del hecho de ser una empresa valorada en 40.000 millones de dólares y a la que, con frecuencia, se tacha de perniciosa.
Uber se utiliza para derribar las barreras como parte de su impulso decidido para cambiar el mundo (según su versión de lo que es mejor), pero demasiado a menudo ese entusiasmo desenfrenado se manifiesta en forma de situaciones engorrosas, como los comentarios de Michael sobre los medios de comunicación, el seguimiento a los usuarios y otras cosas que salieron a la luz el año pasado.
En este caso concreto, Uber no está dañando a nadie, pero sí parece un tanto alocada y desesperada... y, quizás, incluso hipercrítica.
La entrada en Baidu
Uber tiene su propia relación de poder en China, cortesía del gigante de las búsquedas por internet Baidu, que realizó una inversión estratégica en la compañía estadounidense a principios de 2015. Uno de los frutos de esa unión es que Uber es la aplicación de taxis por defecto en Baidu Maps, la mayor aplicación de mapas de consumo de China, al tiempo que Uber disfruta de un posicionamiento privilegiado dentro de los servicios de Baidu, que incluyen al principal motor de búsquedas de China. La disposición de los mapas es parecida a la disposición de la que disfruta Uber con Google en Occidente, ¿de verdad es todo esto tan diferente a la posición de Tencent en WeChat?
Sea como fuere, Michael dijo que cree que Tencent cambiará de discurso una vez que se haga evidente que Uber no va a irse a ninguna parte. Comentó lo siguiente a Bloomberg:
«Creo que, a medida que sigamos teniendo éxito, y lo que está claro es que estamos en esto a largo plazo, tendremos a los inversores chinos de nuestra parte; tenemos acuerdos con ciudades y estamos inyectando dinero en la economía local, por lo que a los inversores locales les interesa nuestro éxito».
Buena suerte. Las disputas de Tencent relacionadas con WeChat con rivales como Alibaba, Qihoo 360 y otros no han pasado nunca al status de «más distendidas».
Más allá de las cuestiones planteadas, los comentarios de Michael sitúan falsamente a Uber como un total forastero en China. Esto les interesa en casos como este, donde las cosas no se adaptan como a ellos les gustaría, pero hace un flaco favor a los esfuerzos de localización de la empresa que, a pesar de algunos comentarios que afirman lo contrario, son realmente impresionantes en estos momentos en China y en toda Asia. Sí, Uber es una empresa norteamericana, pero ha sabido adaptarse a los mercados locales mucho mejor de lo que las últimas palabras salidas de boca de Emil Michael quieren hacernos creer.