Los drones se pueden utilizar no solo para el espionaje del gobierno, sino también para grabar un increíble video de tus aventuras alrededor del mundo.
Los drones tienen muchos usos, desde espiar a sus enemigos hasta explorar edificios abandonados y graffitis. Y, por supuesto, también sirven para hacer selfies, aunque Renee Lusano prefiere utilizar el término «dronies».
Los llames como los llames, se trata de videos cortos sobre sus viajes que la ilustradora y diseñadora publica en Instagram. Cada uno comienza con un primer plano de la trotamundos saludando alegremente mientras la cámara se aleja para capturar un escenario dramático. Sube y sube cada vez más alto hasta que Lusano queda fuera de plano, centrándose el video en el paisaje y no en ella. «No me gusta tomar o compartir selfies normales, hechas con la mano». Lusano dice:
«Me gusta crear colecciones de fotos y videos que puedo compartir con mis amigos y familiares, y que verdaderamente van a disfrutar, no solo instantáneas hechas con el teléfono móvil a las que voy a realizar una copia de seguridad en un disco duro después del viaje y nunca voy a mirar de nuevo.»
Renee con Furby-2
Lusano hizo su primera dronie el año pasado durante un viaje a Belice. Al explorar las ruinas mayas, pensó que mandar su dron equipado con una cámara GoPro hacia arriba para lograr una visión más amplia sería la mejor forma de documentar el momento. «Parecía el lugar perfecto para tomar una captura en la que yo aparecería sentada tranquilamente antes de reducir el zoom para revelar dónde estaba, ¡justo en la parte más alta de una pirámide gigante!», dice.
Ha tenido 4 drones, todos llamados Furby, como el juguete robot-búho que le encantaba cuando era niña. «El nombre era perfecto para la personalidad que quería darle a mi dron», dice ella. Los drones son frágiles, y ella no los ha tratado demasiado bien. Lusano una vez metió a Furby 2, un dron DJI Phantom 2, bajo el agua después de calcular mal su ubicación. Sobrevivió al baño, pero tuvo que enviarlo al fabricante unas cuantas semanas más tarde, después de que su batería muriera durante un vuelo desde Bixby Creek Bridge en Big Sur, California.
Lusano ha visitado ocho países. Es un poco molesto cargar con una mochila llena de cosas y baterías por aeropuertos, trenes, y subir montañas, pero le ha cogido el truco. «Es un trabajo apasionante», dice ella.
Sus videos provocan alegría, temor, y, si eres sincero, cierta envidia de irte de vacaciones como ella. Pero Lusano quiere inspirarle, y se apresura a señalar que no es necesario visitar la Isla de Pascua o de Porto Ercole para hacer fotos increíbles. Algunos de sus dronies favoritos se han tomado en lugares tales como en vías de tren en Michigan o en un lago en Wisconsin. «No es siempre en los lugares más épicos del mundo donde se revela desde arriba una hermosa imagen», dice ella.