Tesla no es el único fabricante de automóviles con un sedán de lujo de alto rendimiento que (casi) se conduce solo. Mercedes también tiene uno. Nick Janes, de Mashable, ha compartido sus impresiones.
Es el Mercedes-AMG C63 S Sedan, la versión más extrema de los novedosísimos sedán compactos Clase C de Mercedes-Benz que ha sido preparado por AMG, el brazo de rendimiento del fabricante alemán de automóviles, que es parte de la preocupación de Daimler (XETRA: Daimler [DAI])
Con su bloque V8 TwinTurbo, su interior despejado pero bien equipado y su tecnología semiautónoma, el C63 S Sedan es mucho más que un sedán deportivo bien acabado; es un potente destello del futuro de los coches de lujo de alto rendimiento.
Dirección asistida
Aunque otros entusiastas de la conducción alabarán las cualidades del C63 S por su idoneidad para la conducción (no se preocupe, yo también voy a hacerlo), lo que realmente me ha sorprendido del último sedán compacto de alto rendimiento de Mercedes ha sido su fantástico acabado. Desempeñó sin problemas el papel de berlina de alta tecnología, coche familiar de lujo y superdeportivo de cuatro puertas, tal y como pude comprobar por su experto manejo en la Angeles Crest Highway (Carretera Angeles Crest) a las afueras de Los Ángeles.
En la Angeles Crest Highway el sedán C63 S cobró vida
Antes de poder sacar el sedán C63 S a la Angeles Crest Highway, tuve que soportar 40 minutos de tráfico dentro de LA, pasando por muchas autovías, incluidas la 10 y la 405. Incluso en domingo el tráfico era intermitente, llegando a veces a alcanzar los 120 km/h para volver a reducir la velocidad hasta casi parar. Esto, combinado con las curvas graduales del sistema de autopistas de LA, la convirtió en el lugar perfecto para probar la conducción DISTRONIC PLUS de Mercedes con dirección asistida. Así que eso es justamente lo que hice.
El video de Mercedes explica cómo funciona el sistema de control semi-autónomo
Con DISTRONIC PLUS en 120 km/h, mis pies sin pisar los pedales y tan solo una mano apoyada ligeramente en el volante, me dispuse a someter al sistema a la auténtica prueba de fuego. Y salió victorioso del desafío... más o menos.
A diferencia del sistema Tesla Autopilot, que se mantiene con seguridad por el centro del carril, o el Lane Keep Assist System (LKAS) que oscila entre las líneas que delimitan el carril, el sistema de Mercedes se mantuvo por el carril... hasta que ya no pudo hacerlo. Vi que el Mercedes era capaz principalmente de mantener una posición firme en el carril hasta que algo lo echaba fuera, como marcas viales deterioradas, brechas en el pavimento debido a obras en la carretera o giros bruscos en el trazado de la misma. Cuando daba con uno o más de estos obstáculos, el sistema se paralizaba con muy poco preaviso, lo que era un tanto desconcertante.
Mantén tus manos en el volante o el coche te avisará de forma nada delicada
Otra diferencia respecto al Autopilot de Tesla era la insistencia del sistema en que mantuviera las manos sobre el volante todo el tiempo. Si no se hacen pequeños movimientos con el volante, el sistema mostrará alarmas en el cuadro de instrumentos que instan a volver a colocar las manos sobre él. No obstante, quizá esto sea mejor, ya que en cualquier momento podía verme obligado a hacerme cargo de la dirección ante una curva en la carretera o si las líneas del pavimento no eran claramente visibles.
Pero, tal y como esperaba, la parte DISTRONIC PLUS del sistema funcionó sin fallos. Mantuvo de forma segura el ritmo del tráfico, reduciendo la velocidad cuando era necesario y acelerando de nuevo para alcanzar mi velocidad de crucero prefijada cuando era posible.
Angeles Crest
Ya en la Angeles Crest Highway, que pasa por las montañas de San Gabriel en el condado de Los Ángeles, el C63 S mostró su lado deportivo. Y con todo el derecho, ya que está propulsado por uno de los motores V8 con mejor rendimiento del mercado.
Fabricado a mano, el bloque V8 TwinTurbo de 4.0 litros ofrece 503 caballos de potencia
Bajo las musculosas líneas de su capó descansa un motor V8 biturbo de 4.0 litros fabricado a mano que ofrece 503 caballos de potencia y 700 N·m de par motor. Transmitiéndola a través de la transmisión automática deportiva de 7 velocidades de AMG a las ruedas traseras, esa potencia hace que el C63 S pase de 0 a 100 en 3,9 segundos en su ascensión hacia una velocidad máxima limitada electrónicamente de 290 km/h.
Por otra parte, la velocidad en línea recta tan solo cuenta una pequeña parte de la historia del C63 S. A pesar de ser muy, muy rápido y sonar como un bombardero B52 volando dentro de un volcán en erupción, sus capacidades de manejo son lo que lo transportan al mundo de los sedán deportivos.
Históricamente, los sedán deportivos alemanes solían tener un tacto bastante pesado al tomar curvas a alta velocidad; esto se debe a que el equipamiento de lujo añade peso extra (el cuero, la madera y la insonorización no son ligeros). Con la suave y sofisticada suspensión que lleva tiempo definiendo el segmento del lujo, los conductores sentían como si estuvieran peleándose con un elefante en una balsa durante una animada excursión en lugar de pilotar un automóvil a la vanguardia de la potencia europea.
Como alternativa, los fabricantes de automóviles colocaban a veces sistemas de suspensión muy rígidos y casi pétreos tomados de su división de carreras para las versiones más extremas de sus modelos deportivos, para tratar de contrarrestar así el peso del vehículo. Esto hacía que los conductores no tuvieran la liviana sensación de conducir despreocupadamente un sedán deportivo con incrustaciones de madera, sino la sensación de estar tomando parte en un cruel experimento que convertía el hueso en arena.
Observe el juvenil interior, sin dejar de ser decididamente Mercedes
Afortunadamente, Mercedes-AMG no ha caído víctima de ninguna trampa del rendimiento de los automóviles de lujo. En lugar de ello, para el C63 S, ha conseguido combinar una suspensión que es deportiva y sofisticada y al mismo tiempo decidida y flexible. El resultado es un coche familiar de cuatro puertas que se conduce como un superdeportivo de casi un cuarto de millón de euros pero que se desliza como un Cadillac (está bien, es mejor que un Caddy, pero me gusta cómo suena la frase).
Esto me permitió alcanzar velocidades realmente elevadas cómodamente y de manera competente por las curvas de la Angeles Crest mientras el coche emitía sonidos que los excursionistas cercanos probablemente confundieron con las llamadas de apareamiento de un puma. Baste decir que el C63 S es una dinamo de próxima generación que se hace fácilmente con la carretera y que ofrece mucho más que su parte justa de esplendor auditivo. Además, los frenos son buenos.
Tan solo un destello
Para ser justos, estas son solo algunas de las características sobresalientes del Mercedes-AMG C63 S Sedan 2016, que no viene libre de defectos tampoco. Por ejemplo, los asientos deportivos son un poco incómodos y su elegante sistema de altavoces Burmester falla tanto en claridad como en fuerza. No obstante, ninguno de estos fallos es inconveniente suficiente como para influir en mis impresiones del coche.
Tal y como ya mencioné antes, cuando no se lleva con conducción automática o no se conduce al límite por carreteras rurales, como hace un lunático como yo, el coche es un vehículo de primera categoría.
Mucho más que un sedán deportivo, el C63 S (casi) se conduce solo
El C63 S Sedan ha sido equipado con sistema Start-Stop automático, que apaga el motor en los semáforos ahorrando preciosa gasolina premium. En carretera abierta, la cabina es silenciosa y juvenil sin dejar de ser decididamente Mercedes. Y cuando no se sientan con ganas de hacer excesivo ruido, gracias a unas válvulas en el tubo de escape controladas electrónicamente, los conductores pueden incluso reducir el sonido del mismo con tan solo pulsar un botón.
También presenta un fuerte enfoque tecnológico. El sistema de información y entretenimiento COMAND de Mercedes, que ahora parece una tableta flotante pegada al salpicadero, es fácil de usar y puede manejarse tanto con un mando como con un touchpad que reconoce las letras y los símbolos dibujados con el dedo. Y, si para mí hubiesen sido importantes cosas de este tipo, hubiera podido monitorizar la velocidad del vehículo en la Angeles Crest con la brillante pantalla elevada de alta resolución (HUD, por sus siglas en inglés) que se proyecta sobre el parabrisas.
Sin embargo, todos estos detalles extra tienen un precio. Si bien el sedán C63 S 2016 tiene un precio de partida de 71.900 dólares, mi vehículo de prueba para prensa llevaba una etiqueta de 87.155 dólares. Aunque, honestamente, para un coche tan agradable y bien acabado, ese precio es una nimiedad virtual.