Los grupos terroristas han librado durante años una batalla técnica con los servicios de inteligencia occidentales, que han tratado de limitarlos a través de una red de vigilancia electrónica.
Los ataques terroristas de París, que al parecer fueron planeados en las mismas narices de las autoridades francesas y belgas, plantean la posibilidad de que los adherentes del Estado Islámico hayan encontrado diferentes maneras de evitar la redada.
Las autoridades francesas dicen que dos de los atacantes se conocieron en la cárcel, pero no está claro cómo el grupo se comunicó para elaborar y coordinar los ataques del viernes. Los servicios de inteligencia han controlado las comunicaciones de un sospechoso terrorista, el islamista belga Abdelhamid Abaaoud, entre Siria y supuestos asociados en Bélgica y Marruecos.
Existen métodos de baja tecnología para comunicarse fuera del ámbito de aplicación de la ley, entre los que se incluyen pasarse notas escritas o transmitir mensajes a través de amigos o familiares.
Pero las fuerzas del orden también han advertido desde hace tiempo que las plataformas cifradas construidas para los juegos u otros fines comerciales están siendo utilizadas por los que aspiran a ser terroristas con el objetivo de comunicarse y proteger así su privacidad.
El Estado Islámico, por su parte, ha creado una división tecnológica de comandantes que emiten tutoriales para simpatizantes en los que explican las maneras más seguras y menos costosas de comunicarse.
La masacre de París probablemente exacerbará un tenso debate entre los gobiernos, que quieren acceder a esas herramientas cifradas, y las empresas de tecnología que dicen estar tratando de proteger los datos de los clientes y se muestran cautelosas con las limitaciones del gobierno.
Mike Morell, exdirector adjunto de la Agencia Central de Inteligencia, dijo el domingo a la cadena CBS que la capacidad de los terroristas de utilizar la comunicación cifrada supone un gran problema:
«Creo que esto va a abrir un nuevo debate sobre la seguridad y su relación con la privacidad».
Dos altos funcionarios de inteligencia de EE. UU., el director de la CIA John Brennan, y Robert Cardillo, director de la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial, dijeron el lunes que los grupos terroristas han aprendido en EE. UU. las prácticas de espionaje y las formas de evadir la detección. Brennan criticó los esfuerzos por frenar la vigilancia, mientras que Cardillo dijo que las agencias necesitan adaptarse y encontrar nuevas maneras de desarrollar servicios de inteligencia.
Durante más de un año, los gobiernos de Europa han ejercido presión para que empresas como Google, Facebook y Twitter construyan «puertas traseras» que permitan el acceso a herramientas cifradas sin incumplir la ley.
Las compañías tecnológicas y expertos en seguridad se han resistido a esta presión, que se hizo más importante en Europa tras los atentados de enero en París contra la revista satírica Charlie Hebdo.
Los expertos en seguridad dicen que la inserción de puertas traseras debilitaría el cifrado y minaría la confianza en Internet.
El Estado Islámico es uno de los grupos extremistas con más desarrollo tecnológico. Su consejo a los seguidores incluye un vídeo de ocho minutos publicado el año pasado en árabe que trata sobre la capacidad de vigilancia de los gobiernos hostiles y cómo pueden pinchar los teléfonos. Los boletines también incluyen consejos sobre las marcas de equipos electrónicos más vulnerables.
En enero, un seguidor conocido en Internet como al-Khabir al-Taqni, que se identifica a sí mismo como «experto técnico», proporcionó a los posibles combatientes una lista de los sistemas de comunicación cifrada disponibles más seguros.
«A través de esto, podemos acabar con una de las armas más fuertes de los gobiernos de los cruzados para espiar, seguir a los muyahidines y atacarlos con aviones», dijo el autor, refiriéndose a la coalición liderada por EE. UU. que lucha contra el Estado Islámico.
La misiva, autentificada por el SITE Intelligence Group, que controla y rastrea a los grupos radicales en línea, clasificó 33 aplicaciones en relación a su nivel de seguridad (inseguras, poco seguras, seguras y muy seguras).
Poco después de que la lista fuese publicada, el Estado Islámico empezó a trasladar las comunicaciones oficiales de Twitter a Telegram Messenger, que recibió la segunda calificación más alta en cuanto a nivel de seguridad del equipo tecnológico del Estado Islámico.
Eso incluyó la atribución del grupo de la responsabilidad de los atentados de París, así como el accidente de avión de Rusia del 31 de octubre en Egipto.
El Estado Islámico también ha instado a sus seguidores a hacer uso de la capacidad de la aplicación para acoger grupos de chat cifrados.
Un portavoz de Telegram no respondió a las peticiones de que hiciera declaraciones al respecto. Pavel Durov, fundador de la aplicación y que también creó la red social rusa VKontakte, criticó los recientes intentos del gobierno ruso de prohibir Telegram.
«Propongo prohibir palabras», dijo Durov en una entrada sarcástica que escribió en VKontake. «Hay información que dice que los terroristas las utilizan para comunicarse».
Los fiscales británicos condenaron a un adolescente británico este año en parte porque la policía tenía acceso a sus chats de Telegram.
El niño, inspirado por el Estado Islámico, admitió haberse comunicado con un adolescente australiano y haberle animado a atacar las ceremonias que conmemoran a los militares veteranos.
Fue declarado culpable de un cargo de terrorismo. La policía y los fiscales se han negado a comentar sobre cómo acceder a esas comunicaciones.
Telegram fue una de las primeras aplicaciones que dio respuesta a las peticiones de los entusiastas de la privacidad a raíz de los informes de 2013 en los que se hablaba de la vigilancia generalizada de los servicios de inteligencia estadounidenses. Una aplicación similar con sede en EE.UU. llamada Wickr recibió la recomendación de seguridad más alta en la guía de tecnología del Estado Islámico. Wickr no hizo ningún comentario al respecto.
Los funcionarios europeos policiales también han expresado su preocupación por las consolas de juegos, que también permiten a los jugadores comunicarse entre sí a través de Internet.
El ministro del Interior belga Jan Jambon dijo en una conferencia en Bruselas la semana pasada que la PlayStation de Sony Corp. era una preocupación, y la calificó de ser una de las plataformas más difíciles de interceptar para los gobiernos.
No dijo si Bélgica tiene investigaciones que incluyan el seguimiento de jugadores o videoconsolas. Una portavoz de Bruselas no respondió a las llamadas para que realizara comentarios al respecto.
En mayo, un tribunal austríaco condenó a un joven de 14 años de edad por descargar instrucciones para fabricar bombas en su consola PlayStation, según informaron los medios locales.
No está claro si los gobiernos han discutido con Sony sobre las condiciones de acceso a los datos del cliente. Sony dijo en un comunicado que trabaja con las autoridades locales cuando es necesario. «Aceptamos la responsabilidad de proteger a nuestros usuarios e instamos a nuestros usuarios y socios a que nos informen sobre actividades que puedan ser ofensivas, sospechosas o ilegales. Cuando nos identificamos o se nos notifica de dicha conducta, nos comprometemos a tomar las medidas adecuadas en conjunto con las autoridades correspondientes», dijo.