9 inventos que fracasaron
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Estas invenciones intentaron cambiar el mundo y acabaron en un absoluto fracaso.

Franklin, da Vinci, Edison, Ford. Estos nombres son conocidos porque sus inventos e ideas cambiaron el mundo. Pero seguramente hay muchas leyendas.

La historia está llena de fracasos — creaciones que confundieron, consternaron, no gustaron, hirieron o incluso mataron a gente.

Quizás estos fracasos nos ayuden. La próxima vez podemos hacer las cosas bien.

1. Dirigibles con hidrógeno

En 1908, se mantenían en el aire dirigibles llenos de hidrógeno — el elemento más ligero de la Tierra y una alternativa mucho más barata que el helio. Pero la inflamabilidad del hidrógeno rápidamente se hizo palpable cuando las naves comenzaron a arder en llamas.

Aunque el desastre del Hindenburg es quizás el fallo de funcionamiento más simbólico en dirigibles, no era el primer caso de explosión de un dirigible con hidrógeno. De hecho, la tragedia que tuvo lugar en 1937 fue una de las últimas antes de que los fabricantes se pasaran para siempre al helio.

2. Gasolina con plomo

En 1921, los fabricantes creían que el uso de la gasolina con plomo mejoraría de manera importante el rendimiento de los vehículos. Sin embargo, en 1924 llegaron informes de que los empleados de la Standard Oil Company de Nueva Jersey caían enfermos con una «enfermedad ocupacional». En realidad, lo que tenían era un envenenamiento por plomo. Fue en 1975 cuando la Agencia de Protección Ambiental contempló los riesgos de salud asociados a la gasolina con plomo. En 1995 todos los coches habían cambiado ya a gasolina sin plomo.

3. DDT (Dicloro-Difenil-Tricloroetano)

DDT (Dicloro-Difenil-Tricloroetano) fue por primera vez sintetizado en 1874, pero no obtuvo su reputación como un pesticida eficaz hasta finales de los 30. Durante la Segunda Guerra Mundial, los militares usaban DDT para reducir los índices de malaria, piojos en el cuerpo, tifus, y la peste bubónica.

Y como muchas innovaciones peligrosas, funcionó. Casos como la malaria disminuyeron de 400.000 en 1946 a casi cero en 1950.

Pero había claros inconvenientes. En numerosos tests en las plantas, en animales de laboratorio y estudios a largo plazo en humanos, el DDT mostraba efectos tóxicos en la mayoría de los casos. Los animales se hacían estériles, desarrollaban cáncer, y las plantas salvajes sufrían por la existencia de DDT durante mucho tiempo en la tierra.

En 1972, la EPA, recién constituida, prohibió su uso en EE. UU.

4. El Concorde

Cuando apareció por primera vez, el Concorde se proclamó como el avión del futuro, capaz de atravesar el Océano entre Nueva York y Londres en menos de 3 horas. Era un símbolo de diplomacia entre Francia e Inglaterra.

Desafortunadamente también era un artefacto ruidoso (las explosiones sónicas se encargan de eso), altamente contaminante y consumía mucho combustible. Solo se fabricaron 14 de los 200 Concordes anunciados.

En 2000, uno de los aviones chocó trágicamente después de un despegue fallido en Francia, lo que marcó completamente la desaparición del Concorde. En 2003, el proyecto se dio por finalizado.

5. El MessagePad de Apple Newton

Siempre innovadora, Apple no es ajena a los fracasos. Su asistente digital personal (PDA), el Newton, realmente cumplía la necesidad real para la que fue inicialmente lanzado.

Los médicos disfrutaron de su fácil uso de la misma forma que las tablets están implantadas en los hospitales hoy.

Pero la pantalla del Newton era difícil de leer y la tecnología que había detrás de su reconocimiento de la escritura manual era poco sofisticada.

La gente rápidamente se dio cuenta de que el producto no podría cumplir su promesa de transformar el panorama tecnológico. Steve Capps, responsable de la interfaz de usuario del Newton y del desarrollo del software, dijo a Wire en 2013 que la tecnología simplemente no estaba lista cuando se lanzó el Newton a los consumidores.

El producto murió en 1998.

6. Segway

El Segway todavía anda por aquí — sobre todo en mercados, aeropuertos y en cualquier lugar en el que pueda haber turistas. Pero su limitada presencia traiciona la visión idealista expuesta por el fundador del Segway Dean Kamen en 2001.

Kamen proclamó rotundamente que su invento «será al coche lo que el coche fue a la calesa de caballos».

La empresa estableció el coste inicial en 3.000 dólares, con algunos modelos que ascendían a los 7.000 dólares. Pero las ventas se vinieron abajo a principios de 2002, debido a una mezcla entre una construcción de pacotilla, la confusión sobre el uso del producto, y la pesadilla logística de usarlo, puesto que muchos países clasificaron el Segway como un vehículo de carretera, lo que suponía que el usuario necesitaba una licencia para conducirlo.

Ninebot, la empresa que compró Segway a primeros de este año, se unió recientemente con Xiaomi para vender un mini-Segway barato en China.

7. DeLorean DMC-12

Cuando John DeLorean mostró su automóvil futurista en 1975, sería el primero y el último.

Desde el principio hubo problemas con su fabricación, cuando DeLorean Motor Company (DMC) saltaba de un país a otro en busca de un lugar donde instalar su taller. Además de la desorganización de la compañía, las piezas que John DeLorean quería para el vehículo, o no valían o simplemente no funcionaban.

Se fabricaron un total de 9.000 vehículos, una cifra modesta por las bajas prestaciones y el alto coste del vehículo, pero muchos ya habían considerado DMC un fracaso. El papel protagonista del vehículo en la película de 1985 «Regreso al futuro» fue el primer encuentro de mucha gente con esta máquina, a pesar de que ya se había ido al garete.

8. TiVo

TiVo innovó una vez y se acabó.

La grabadora de vídeo digital era un concepto único en 2006 — la capacidad para poner en pausa la televisión en directo y manipularla a su antojo, parecía una habilidad propia de una fuerza superior. Por esto es por lo que TiVo despegó en un principio.

Entre las carencias del producto: TiVo se comercializó poco; cuando lo hacía era de forma muy deficiente; no patentó su tecnología para otros reclamos; y no anticipó la conexión con los medios de streaming.

Como resultado, un producto que podría haber convulsionado al mundo — me lo grabo en TiVo — se convirtió en un dinosaurio de la noche a la mañana.

9. Inhalador Exubera

Pfizer, la farmacéutica más grande del mundo, tuvo que tragarse un fallo de 2.800 millones de dólares con la chapuza de lanzamiento de su inhalador de insulina Exubera en 2007.

El producto tardó mucho en llegar. Se emplearon once años de investigación en el perfeccionamiento del artilugio, lo que permitió a los diabéticos del tipo 1 y 2 evitar las penosas inyecciones de insulina.

La opinión general de por qué este inhalador fracasó es que la medicina no consigue llevarse bien inmediatamente con las innovaciones. Los médicos son clásicos y se acogen tarde, se sienten más cómodos cuando ven que un producto funciona ya con éxito en el panorama convencional antes de suministrárselo a sus propios pacientes.

Además, el artilugio era aparatoso y embarazoso de usar en público, al contrario de los inhaladores usados para el asma. Hoy en día, la insulina respirable todavía lucha por ganar posiciones.

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