Cómo el Estado Islámico ha convertido Internet en un arma del yihadismo.
Un año antes de que el Estado Islámico estableciera su califato extremista en Siria e Irak, Abdul Munam Almushawah observó un desarrollo inquietante desde más de 1.600 kilómetros de distancia en Arabia Saudita.
El director de un programa financiado por el gobierno de Arabia Saudita que hace un seguimiento en la web de los yihadistas, dijo que en 2013 empezó a observar nuevas tendencias entre los militantes. Formaban a grupos técnicos para ayudar a los radicales a enviar mensajes cifrados. Hubo cierta actividad en francés, y los llamamientos a la yihad en Europa fueron aumentando. Dos años más tarde, se produjeron masacres en París, la primera en la revista Charlie Hebdo en enero y luego en múltiples lugares en noviembre. Estas fueron las declaraciones de Almushawah en una entrevista en su base en Riad:
«Entendimos que habían estado construyendo la realidad de hoy. Lo que sucede en la vida real tiene una sombra previa en el mundo de la electrónica».
EE. UU. y sus aliados dicen que están ganando la lucha contra el Estado Islámico, ya que han estado haciéndose con territorio del grupo terrorista durante el año pasado y liberando pueblos como Kobane en Siria y Ramadi en Irak. Sin embargo, se pierde terreno en una zona a la que no llegan los ataques aéreos, un espacio controlado en gran parte por empresas con sede en EE. UU. Los ejecutivos de Google y Facebook, junto con funcionarios del gobierno, están ahora reuniendo los apoyos necesarios para dar una respuesta concertada.
Territorio digital
La información recogida por Almushawah resume lo difícil que es prevenir lo que puede suceder. La campaña de Internet del grupo extremista, también conocido como ISIS, ISIL o Da'esh, les permitió atraer a miles de soldados extranjeros y animarlos a cometer ataques en solitario.
El de San Bernardino, California, mostró cómo Internet ayuda a «atraer a las masas al terrorismo y vender que se cometan asesinatos», dijo James Comey, director de la Oficina Federal de Investigaciones. Se trataba de personas «que consumían veneno en Internet», dijo en un discurso que pronunció dos semanas después del ataque de diciembre.
Almushawah ha notado recientemente un aumento en las conversaciones sobre Indonesia. Un atentando bomba en Yakarta reivindicado por el Estado Islámico dejó ocho muertos este mes.
Esto fue lo que dijo Jared Cohen, director de Google Ideas, en una presentación en línea la semana pasada:
«El Estado Islámico es la primera organización terrorista que ha logrado ocupar y mantener posiciones en territorio físico y territorio digital».
Además, añadió que la guerra terrestre y la guerra en línea deben tratarse de la misma forma y los gobiernos tienen el deber de comunicarse con las empresas para encontrar la mejor manera de combatir el terrorismo.
Un vídeo de 17 minutos, aparentemente publicado por el Estado Islámico el domingo, mostraba imágenes de los que podrían ser los nueve terroristas que participaron en los ataques del 13 de noviembre en París en territorio controlado por el grupo antes de los ataques, y en el mismo decían que los empresarios y líderes políticos franceses eran objetivos del grupo. Se titulaba: «Mátalos dondequiera que los encuentres».
Nueva dinámica
Las empresas de redes sociales han estado cooperando con las agencias de inteligencia occidentales, pero han estado en la tesitura de ayudar en la lucha contra el extremismo y desatar un torrente de peticiones de países de todo el mundo para eliminar mensajes.
El director de operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg, dijo en el Foro Económico Mundial de Davos que cuando se elimina una página del Estado Islámico, simplemente esta se sustituye por otra. «El mejor antídoto contra el mal discurso es el buen discurso», dijo, citando un ejemplo de los neonazis en Alemania cuya página fue sustituida por mensajes de tolerancia.
El año pasado YouTube eliminó 14 millones de vídeos y Twitter suspendió 10.000 cuentas del Estado Islámico, según Joanna Shields, legisladora británica con responsabilidad en seguridad en Internet. Como recluta en todo el mundo, el grupo produce material de propaganda en más de 20 idiomas, dijo Shields en una conferencia en Múnich el 17 de enero. Estas fueron sus declaraciones:
«Hay una nueva dinámica ante las amenazas en esta era digital que exige una nueva respuesta. Los ataques aéreos están degradando sus posiciones en Irak y Siria, pero ISIS está llevando a cabo una segunda guerra para hacerse con el corazón y la mente de la próxima generación mediante la difusión de una visión del mundo deformada».
Contraataque
Conforme se amplía la influencia del grupo terrorista en Internet, también se han intensificado los esfuerzos por parte de las fuerzas del orden para combatir los ataques del grupo, tal y como lo hicieron con Al-Qaeda.
EE. UU. anunció este mes la creación del Grupo de trabajo de lucha contra el extremismo violento, un nuevo grupo que integrará los esfuerzos del país y otra organización para servir de enlace con los socios internacionales. La Casa Blanca dijo que el 8 de enero el equipo de seguridad del presidente Barack Obama se reunió con empresas de tecnología en California.
La unidad especializada del Servicio de Policía Metropolitana de Londres elimina de media 1.000 entradas de contenido extremista a la semana, mientras que Europol creó en junio un equipo con el objetivo de combatir la presencia del Estado Islámico en redes sociales. Su misión consistía en cerrar las cuentas nuevas relacionadas con el grupo terrorista en las dos horas siguientes a su creación.
El reto consiste en detener el reclutamiento y la incitación a través de Internet y las redes sociales, manteniendo suficientes fuentes de información para disminuir el atractivo que pueda tener el grupo para ciertas personas y frustrar los ataques del mismo.
Esto fue lo que comentó Tristan Reed, analista de seguridad de la firma de asesoramiento estratégico Stratfor:
«Una victoria en el ciberespacio no quiere decir que se acabe su presencia en la red. Una victoria se basa en utilizar las actividades en línea con fines de inteligencia».
Alma extremista
En Riad, la unidad de Almushawah, denominada Assakina, comenzó en 2003 en un país cuya rama conservadora del islam ha sido tachada de ser responsable de alimentar la yihad. Quince de los 19 autores de los ataques del 11 de septiembre de 2001 en EE.UU. eran ciudadanos saudíes.
Assakeena ha identificado a 200 militantes del Estado Islámico del Golfo y ha adaptado los mensajes para atraerlos a las cuentas de Twitter en base a lo que publican. Para los radicales interesados en edictos religiosos, fatwas, el centro pidió a los clérigos de mayor responsabilidad que pronunciaran mensajes que contradijeran los del Estados Islámico.
Aunque existen posibilidades de lograr resultados exitosos, los esfuerzos se destinan solamente a un grupo de militantes y no a todos, dijo Almushawah. Lo que se necesita es un enfoque global, y añadió lo siguiente:
«El ciberespacio es el alma del Estado Islámico».