Fotos surrealistas de la «ciudad china del futuro» que se ha convertido en la ciudad fantasma más grande del mundo.
La ciudad de Ordos en China ha pasado a conocerse como la ciudad fantasma más grande del mundo.
Hace unos 15 años, el auge de la minería del carbón llevó al gobierno local a invertir dinero en el desarrollo urbano con la esperanza de crear un nuevo epicentro de cultura, economía y política. Ordos New Town - también conocida como Kangbashi – albergaría un millón de habitantes y sería conocida por sus enormes proyectos conceptuales de arquitectura, torres residenciales y centros deportivos punteros.
Pero los altos impuestos de la propiedad y la mala construcción hizo que la gente no quisiera establecerse en Ordos. Hoy en día, a pesar de las 100.000 personas que viven allí, la mayor parte de la ciudad está vacía, consumiéndose. El fotógrafo Raphael Olivier, quien capturó la ciudad en una serie titulada «Ordos - Una Utopía Fallida», dijo:
«Toda la ciudad parece una estación espacial post-apocalíptica sacada de una película de ciencia ficción».
Situada en la remota provincia de Mongolia Interior, Ordos está ubicada en una sexta parte de las reservas de carbón de China - lo que la convierte en un centro atractivo para el desarrollo.
A finales de los años 90 y principios de 2000, las empresas mineras privadas consiguieron los derechos para realizar excavaciones en la zona. La afluencia de nuevos negocios generó una gran cantidad de ingresos fiscales.
Trabajos en una mina de carbón abierta en Ordos, noviembre de 2015.
«El gobierno local decidió construir este ciudad demasiado ambiciosa desde sus cimientos», dice Olivier. En 2005, empezó a invertir cientos de millones en infraestructura e inmuebles.
Pero en 2010, la gran cantidad de viviendas en un mercado inexistente hizo que la burbuja estallara. Los altos impuestos de la propiedad disuadieron a las familias de trasladarse a Ordos, según Olivier.
Además, Ordos New town se levantó a unos pocos kilómetros de la «ciudad vieja» de Ordos, una próspera ciudad de provincia. «La gente simplemente no le ve sentido a mudarse», dice Olivier.
«Al final, solamente los funcionarios del gobierno y los trabajadores migrantes de la construcción se mudaron», dice Olivier, «dejando a la gran mayoría de la ciudad completamente vacía».
Hasta un 90% de los apartamentos estaban vacíos en 2010.
Ordos sigue teniendo el aspecto de una ciudad futurista.
Los turistas y periodistas visitan la ciudad para documentar su fascinante e inquietante arquitectura.
Dos estatuas de caballos presiden Genghis Khan Plaza en el centro de la ciudad. Los caballos son el símbolo adoptado de la ciudad, y representan la cultura nómada.
El cercano Museo de Arte & Ciudad «parece como si hubiera aterrizado en la tierra», según una declaración de un arquitecto de MAD Architects.
El Ordos Dongsheng Stadium tiene capacidad para 35.000 espectadores, a pesar de que nunca ha llegado a llenarse.
Esta villa abandonada es parte del proyecto Ordos 100, una iniciativa que invita a 100 arquitectos a diseñar una ciudad de casas de 1.000 metros cuadrados.
La presión por construir rápido y barato dejó una gran cantidad de estructuras dilapidadas poco después de su construcción. Muchos edificios parecen inacabados.
En los últimos años, el gobierno local ha hecho esfuerzos para atraer residentes. Los agricultores fueron sobornados con una «compensación generosa y apartamentos gratis» para que se mudaran.
Las oficinas gubernamentales fueron reubicadas de un distrito a 30 kilómetros al norte de Ordos, lo que atrajo a los funcionarios públicos para instalarse más cerca del trabajo.
Los institutos con buena reputación fueron trasladados a Ordos también. Los edificios de apartamentos vacíos fueron convertidos en dormitorios y ahora sirven de casas para los estudiantes.
Como resultado de estos esfuerzos, la población de Ordos ha aumentado hasta los 100.000 habitantes. Sin embargo, resulta difícil conocer los datos precisos del censo. Algunos sugieren que el gobierno no hace públicas las cifras para ocultar su desastre de planificación urbana.
Aún así, Ordos sigue lejos de alcanzar su capacidad.
Olivier atribuye el espectacular fracaso de la ciudad a la actitud del gobierno de «constrúyelo y la gente vendrá». Esto representa un problema generalizado en China, donde las autoridades esperan más del doble de población urbana en 2020.
Las ciudades como Ordos surgen de las zonas rurales para dar cabida a las masas. Pero las masas no siempre vienen. «Este fenómeno es realmente un cáncer para el desarrollo de este país», dice Olivier, «y una grave amenaza para la economía china».
