8 «superpoderes» que podrías tener
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Ciertas características genéticas hacen únicas a algunas personas.

Más del 99% de tu información genética es exactamente la misma que la de cualquier otra persona del planeta.

Tus genes determinan el color de tu piel, el sexo, el color del pelo y si tienes o no ciertas enfermedades genéticas.

Pero es en ese menos del 1% en el que las cosas se ponen interesantes. Las variaciones genéticas específicas nos permiten a algunos adquirir, podríamos decir, súper-cualidades. Así es como nuestros genes pueden predisponernos a poseer habilidades especiales.

1. ACTN3 y la variante del súper-velocista

Todos tenemos un gen llamado ACTN3, pero ciertas variantes de este ayudan a nuestro cuerpo a elaborar una proteína especial llamada alfa-actinina-3. Esta proteína controla la velocidad en los movimientos de las fibras musculares, las células responsables de la rapidez a la hora de contraer y tensar la musculatura envuelta en las actividades de carreras de velocidad o levantamiento de pesas.

Este descubrimiento, que tuvo lugar en 2008 cuando los genetistas dedicados al estudio de los velocistas de élite y los atletas de halterofilia descubrieron que muy pocos de ellos tenían dos copias de ACTN3 deficientes, es lo que llevó al gen a ser denominado el «gen del deporte».

Sin embargo, entre la población general, el 18% de las personas tenemos la proteína de la velocidad de la contracción muscular totalmente deficiente – heredamos dos copias deficientes de ACTN3.

2. hDEC2 y la mutación de los que no necesitan dormir demasiado

Imagina que estás lleno de energía solo durmiendo cuatro horas cada noche. Hay gente así de forma natural. Son los llamados «poco dormilones», y los científicos han averiguado hace muy poco lo que predispone a ciertas personas a ser así.

En la mayoría de los casos, los investigadores creen que estas capacidades tienen conexión con mutaciones genéticas específicas y han identificado públicamente uno de los genes hDEC2.

Esto significa que la baja necesidad de dormir puede ser hereditaria, y los científicos esperan saber un día cómo manejar esta habilidad y que nos sirva a la gente para cambiar nuestra rutina en el hábito de dormir.

3. TAS2R38 y su variante del súper-degustador

Alrededor de un cuarto de la población saborea la comida de forma más intensa que el resto.

Estos «súper-degustadores» pueden añadir con más probabilidad leche y azúcar a un café amargo, o evitar comidas con grasa. La razón de su reacción, piensan los científicos, se programa en sus genes, concretamente en uno llamado TAS2R38, el gen receptor del sabor amargo.

La variante responsable de saborear en exceso los alimentos se conoce como PAV, mientras que la variante para la capacidad de saborear menos de lo normal se conoce como AVI.

4. LRP5 y la mutación contra la fractura ósea

Unos huesos débiles suponen un gran problema. Los investigadores han identificado una mutación genética en el gen LRP5 que regula la densidad mineral de los huesos, que puede causar la fractura ósea. Hasta aquí, los científicos han identificado múltiples mutaciones del gen LRP5 que parecen estar ligadas al estado de los huesos, incluida la osteoporosis juvenil primaria y el síndrome de osteoporosis pseudoglioma.

Pero un tipo diferente de mutación en el mismo gen podría también tener el efecto contrario y proporcionar a algunas personas huesos de extrema densidad cuya fractura es prácticamente imposible.

5. La variante protectora de la malaria

La gente portadora de la enfermedad de las células falciformes – lo que significa que tienen un gen falciforme y un gen normal de hemoglobina – cuentan con mayor protección contra la malaria que los que no la tienen. Aunque las alteraciones sanguíneas no son necesariamente de efecto «súper», esta información puede influir con el tiempo en los tratamientos de malaria más innovadores.

6. CETP y la mutación del colesterol bajo

Aunque el medio ambiente – incluido lo que comemos – puede influir en los niveles de colesterol, la genética juega también un papel importante.

Las mutaciones del gen responsable de la producción de la proteína denominada transportadora del colesterol éster (CETP), producen la deficiencia de esa proteína. La deficiencia de la CETP va unida a los altos niveles de colesterol HDL «bueno», lo que ayuda a transportar el colesterol al hígado de manera que pueda ser eliminado de nuestro organismo y reducir por tanto los niveles de colesterol.

Los estudios también han revelado un menor predominio de enfermedades coronarias en personas con la mutación que causa esta deficiencia.

7. BDNF y SLC6A4 y las variantes del súper-cafetero

Existen al menos seis genes asociados a cómo nuestro cuerpo procesa la cafeína.

Algunas variantes, cercanas a los genes BDNF y SLC6A4, influyen en los efectos gratificantes que produce la cafeína y que hacen que quieras beber más. Otras van unidas a cómo el organismo metaboliza la cafeína – quienes descomponen la cafeína con más rapidez son más propensos a beber más debido a que sus efectos desaparecen antes.

Otras sin embargo ayudan a explicar por qué algunas personas son capaces de dormir por la noche aunque tomen un café diario por la mañana, mientras que otras tienen que cortar el hábito por completo para poder dormir bien.

8. ALDH2/2: La variante del súper-rubor

¿Tus mejillas se sonrojan justo después de beber solo una copa de vino? Una mutación del gen ALDH2 puede ser la culpable.

Esta mutación interfiere con la capacidad de una encima del hígado llamada ALDH2 de convertir el derivado del alcohol acetaldehído en acetato. Cuando el acetaldehído se acumula en la sangre, este abre los capilares causando lo que vemos como un rubor o sonrojo.

Pero hay otro componente peligroso del acetaldehído – es cancerígeno, y los estudios sugieren que la gente que se sonroja cuando bebe

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