Si alguna vez ha pensado por el elevado precio de los móviles que estos deben estar hechos de oro, no iba demasiado desencaminado. De hecho, cada móvil iPhone contiene unos 30 miligramos de oro, considerado un metal superconductor.
Por eso Apple (NASDAQ: AAPL) se ha volcado con el reciclado de sus propios teléfonos y dispositivos ya inservibles, hasta el punto de que en la última presentación de la compañía ésta anunció que el pasado año había recuperado casi una tonelada de oro, por valor de 40 millones de dólares, según informa El País.
En buena parte esto es posible por la inversión de la compañía en tecnología que abarata y acelera el proceso de desmontado y recuperación de los materiales, como por ejemplo un robot llamado Liam con 29 brazos que es capaz de desmontar un dispositivo en 62 segundos, frente a los 7 minutos que se tardan manualmente.
El oro no es lo único que vuelve a la cadena de montaje una vez reciclado. También se recuperan plásticos, acero, estaño (dos toneladas) cristal, aluminio, cobalto, plata (tres toneladas) y otros metales y minerales.
Según los cálculos de Apple, el 70% de los productos que venden acaban regresando a su poder y siendo tratados en sus plantas de reciclaje. Esto es posible por la labor de algunas tiendas de Apple, que se encargan de la recogida de los aparatos viejos, en ocasiones, a cambio de pequeñas recompensas o descuentos.