Cómo los drones salvan vidas
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¿Es un pájaro? ¿Es un avión? No... ¡Es un dron! ¿Que no sabes lo que es un dron? Quizás has visto alguna vez uno de estos volando por encima de ti, mientras grababa algún vídeo, hacía fotos o iba de camino a un rescate; porque sí, este aparato parecido a un helicóptero de miniatura permite grabar y fotografiar, y es una apuesta segura en Defensa.

Los drones se crearon para labores de inteligencia hace años, aunque es ahora cuando se están abriendo paso a nivel mundial por sus aplicaciones básicamente en tareas de salvamento, búsqueda de personas desaparecidas, fotogrametría, prevención y control de incendios, así como en cartografía aérea, fotografía y vídeo.

Estas plataformas son capaces de volar junto con una carga de pago (cámara, radar, cámara infrarroja...) y esa carga de pago es la que realiza la operación. El orden de trabajo suele realizarse de la siguiente manera: una empresa que se dedica a la fabricación de drones le vende esta tecnología a las que realizan las cargas de pago y juntas hacen un acuerdo para hacer mucho más fácil las labores de la policía, la guardia civil, los bomberos o los militares.

Los drones han aprendido a evitar las colisiones

El salvavidas de la ONG UCRS Madrid

Según la RAE: "Aeronave no tripulada". Pero para los voluntarios que trabajan en la Unidad Canina de Rescate y Salvamento de Madrid (UCRS) es mucho más: "Es una forma de salvar vidas".

El presidente de UCRS Madrid decidió empezar a trabajar con esta tecnología y para ello se puso en contacto con Dronemadrid a quien le ofreció un proyecto de colaboración y trabajo conjunto con la idea de ampliar y mejorar la eficiencia en un rescate. Así empezó todo. "Desde ese momento se comenzó a desarrollar entre ambos un trabajo de desarrollo de I+D, cuyos resultados ya se han podido aplicar a búsquedas reales, con la utilización de drones e incluso de cámara térmica instalada en uno de ellos", explica Adrián Villar, vicepresidente de UCRS Madrid y guía canino.

Los drones en el Ejército

Como si de un avión de combate de tratase, los drones son aparatos clave para el Ejército del Aire, que los utilizan en labores de vigilancia y espionaje. La última adquisición, el MQ-9 reaper; un dron que se espera que entre en servicio a finales de año, ya que la crisis que azota España desde 2008 también ha hecho mella en el campo militar, y la falta de presupuesto impide comprar drones, por lo que el reaper no formará parte del equipo hasta entonces, según fuentes militares.

Lo que se espera en un futuro no muy lejano es lo que ya se está haciendo en países como Inglaterra o Italia, donde trabajan con drones que vigilen y que es el militar, desde la base, el que observa lo que el dron va viendo, sin poner en riesgo la vida de nadie; además, el coste es mucho menor.

Drones en el ámbito civil

El uso de aviones no tripulados no solo ocupa el campo de la Defensa, sino que va más allá. Las aplicaciones más interesantes son las relacionadas con el mundo de la imagen, pero también existe cierta tendencia hacia el negocio del transporte de paquetería y quizás donde realmente explote el mercado de los drones será cuando se consigan soluciones para telecomunicaciones que sustituyan al satélite.

Según indica la empresa de base tecnológica Intelligenia Dynamics, en su página web, los drones son imprescindibles en áreas y en situaciones muy diversas, ya que se pueden desplazar rápidamente sobre cualquier terreno ofreciendo imágenes a vista de pájaro.

Se utilizan en medio ambiente para controlar el índice de contaminación, en el que se apoyan después para elaborar mapas de polución lumínica y monitorizan la eficiencia de medidas ecoenergéticas.

Tienen cabida en la agricultura, ya que controlan el estado de los cultivos mediante imágenes multiespectrales, los regadíos y se utilizan también para contar por ejemplo, el número de árboles en una zona específica.

En lo que a geología se refiere, esta tecnología se utiliza para realizar mapas geológicos sedimentológicos, mineralógicos y geofísicos, control de explotaciones mineras, así como el impacto ambiental de las mismas. Sirven para saber si ha habido movimientos de tierras, producción de áridos, residuos metálicos, balsas de decantación, etc. En los meses de más frío se aplican estos aviones para determinar la humedad, la temperatura y el grosor de la nieve.

A la hora de estimar el impacto visual de una obra también son útiles estos aparatos, al igual que para saber cuántas personas han acudido a una manifestación o a un concierto multitudinario.

También aparecen en la investigación de una escena de un crimen desde el aire, en accidentes de tráfico y son útiles a la hora de explorar lugar de difícil acceso, como por ejemplo, una cueva.

La Dirección General de Tráfico (DGT) está trabajando en un dron que monitorice y controle el tráfico en los próximos meses. Algo mucho más barato que un helicóptero y con la capacidad de detectar averías, leer matrículas, grabar e incluso sancionar si se complementan con un radar.

Los drones son un peligro cada vez mayor para la seguridad aérea

Fuente: 20minutos.es. Autor: Natalia Rojo. Bajo licencia Creative Commons BY-SA.

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