La empresa celebró su junta anual de accionistas, y se recordaron muchos de los errores que se hicieron en los primeros años de la empresa.
La junta anual de accionistas de la empresa de coches eléctricos Tesla (NASDAQ:TSLA) se celebró el martes por la tarde en Mountain View, California. El evento fue entre otras cosas un viaje al pasado y una confesión de sus primeros errores. También hubo palabras de agradecimiento a sus socios y empleados que, a lo largo de sus 13 años de historia, le ayudaron a construir la empresa.
En la reunión, que se prolongó más de tres horas y media, el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk y el director técnico, JB Straubel, - además de otros ejecutivos de Tesla – debatieron con franqueza muchas de las cuestiones y problemas a los que se tuvo que enfrentar una empresa nueva, sin experiencia ni liquidez durante sus primeros días. Musk también hizo referencia a los problemas más recientes de Tesla, como el reto de conseguir que el software y las puertas funcionen en su Model X.
Musk admitió que pensaba que Tesla tenía una posibilidad de éxito del 10% cuando comenzó con la empresa, trabajando junto con el ingeniero y cofundador Straubel. Musk describió sus primeros esfuerzos para crear la compañía diciendo que "no tenían ni idea de lo que estábamos haciendo, estábamos totalmente desorientados". Musk afirmó que quería poner el 99% de la financiación de la Serie A, porque creía que las posibilidades de la empresa eran tan bajas que no quería perder el dinero de los inversores y de sus amigos.
Musk destacó que los errores de la empresa en los últimos años se han debido a estupideces y no a malas intenciones. Según sus palabras:
"Siempre hemos tenido las motivaciones correctas. Decimos lo que pensamos, incluso cuando a veces algo puede parecer que no tiene sentido".
La creación de Tesla se basó en algunos principios falsos, que "resultaron ser asombrosamente tontos" detalló Musk, mientras hacía referencia con frecuencia a una línea de tiempo amplia que se inició en 2003, cuando conoció a Straubel, y continúa hasta la actualidad. Un principio falso fue que el primer coche de la empresa, el Tesla Roadster, podría basarse en la tecnología de base de AC Propulsion, una empresa del sur de California que fabricó el tren de tracción para un coche deportivo eléctrico llamado Tzero.
Según Musk y Straubel, esa tecnología de AC Propulsion no podía ser reproducida ni comercializada. Una de las razones fue que el sistema de información que gestionaba el motor era analógico, en lugar de digital, por lo que los ingenieros tuvieron que reescribir todo el código en cuestión. Otro motivo fue que el paquete de baterías de AC Propulsion era refrigerado por aire, lo que no proporcionaba la suficiente refrigeración para las baterías que se calientan cuando se descargan para suministrar energía a un coche eléctrico. Más tarde, Tesla convirtió el paquete de baterías del Roadster en un sistema de refrigeración líquida.
Otra falsa premisa era que Tesla solo podía utilizar la tecnología de AC Propulsion en una carrocería suministrada por Lotus Cars, un fabricante de coches británico. Había un problema importante en la adaptación de esa tecnología a la pequeña carrocería de Lotus: el paquete de baterías era demasiado grande para el coche y Tesla tuvo que aumentar la carrocería. Además, el coche de Lotus no podía utilizar el sistema de aire acondicionado porque ese había sido diseñado para un motor de gasolina, por lo que Tesla tuvo que rehacerlo.
Musk reconoció que no fue una buena idea convertir un vehículo de gasolina existente (en el caso de Tesla, el coche de Lotus) en uno eléctrico. El cambio de un coche con motor de gasolina a uno de batería también invalidaba todas las pruebas de choque y las normas de seguridad que el coche de Lotus ya había logrado.
Musk explicó que al final, Tesla utilizó entre el 6% y el 7% de la tecnología original de AC Propulsion y la carrocería de Lotus. Straubel destacó: "Necesitábamos una suspensión y unos frenos nuevos". Musk comparó el proceso de desarrollo del Roadster con la construcción de una casa, pero en vez de construirla desde cero, cogiendo una casa existente y modificando todo lo que hay en ella, menos una pared del sótano.
El resultado de esta mescolanza de tecnología, entre otras cosas, fue que hubo serios problemas con los primeros Tesla Roadster. Al final de la junta de accionistas, uno de los primeros propietarios del Roadster le hizo una pregunta a Musk, y este respondió disculpándose primero con el cliente por los problemas técnicos que probablemente había experimentado con el coche.
Musk contó una anécdota de cómo le ofreció a los cofundadores de Google, Larry Page y Sergei Brin, un viaje de prueba en uno de los primeros Roadster, y estos divulgaron que el coche no iba a más de 16 kilómetros por hora. "Yo les decía ‘Os lo juro chicos, va mucho más rápido’", relataba Musk. Y añadió que los fundadores de Google "tuvieron la amabilidad de invertir un poco de dinero en la empresa a pesar de ver la peor demostración del mundo”.
Musk y Straubel pusieron en marcha el Roadster durante una fiesta de lanzamiento en el año 2006. Después de darles paseos durante toda la noche a los clientes potenciales de Tesla en la fiesta, "los coches quedaron destruidos" debido a su uso excesivo, recuerda Straubel, y comenta que el equipo terminó bombeando agua helada en los vehículos para enfriar las baterías.
Musk sostiene que uno de los mayores problemas con los primeros Roadsters era que la transmisión no funcionaba. El vehículo pasó técnicamente todas las regulaciones, pero "era totalmente inseguro", "se averiaba todo el tiempo", y "no funcionaba realmente". Se quedaba atascado en la segunda marcha, añadió Musk.
Parte de los problemas técnicos del Roadster fueron debidos al externalizado y lento proceso de producción. En la industria tradicional de la automoción, los proveedores de automóviles de todo el mundo le enviarán piezas a un fabricante durante muchos meses y este podría no saber si hay algún problema durante quizás 6 meses. Esto significa que el fabricante de automóviles podría haber estado vendiendo coches defectuosos durante un año y medio.
Según Musk, entre 2008 y 2009, Tesla decidió rediseñar todo su proceso de producción, reiniciando el diseño de los coches, la tecnología, cambiando muchos de sus proveedores, y trayendo una gran cantidad de su tecnología a la empresa. Straubel explicó:
“Teníamos la idea equivocada de que cualquier cosa fabricada en Asia era mejor y más barata”.
Originalmente Tesla decidió comprarle sus paquetes de baterías a un proveedor en Tailandia que fabricaba barbacoas, pero los problemas técnicos y de organización eran insuperables. En 2008, Tesla decidió incorporar las baterías a su entonces pequeña producción en San Carlos, California. "Fabricar cosas en la Península se considera una cosa de locos", comenta Musk sobre este traslado.
Tesla no inició la venta de los Roadster con un margen bruto positivo hasta finales de 2009. En esencia, Tesla perdió dinero en cada coche vendido antes de esa fecha.
Parte de la razón por la que Musk quería hacer públicos algunos de los errores de Tesla era porque quiere que los empresarios que están construyendo cosas nuevas sepan que pueden cometer errores y empezar empresas en áreas donde no tienen una historia.
Tesla es una compañía mucho más estable de lo que era hace casi una década. Sin embargo, la empresa todavía se ha enfrentado a algunos problemas técnicos importantes con sus coches recientes, en particular con su Model X SUV. El software para controlar las puertas tipo gaviota del Modelo X ha sido muy difícil de manejar, admitió Musk.
Los problemas con el Modelo X probablemente no puedan resolverse el momento. "Ya nos falta poco para hacer que las puertas sean útiles", prometió Musk, y agregó que en un mes más o menos, estas probablemente serán mejores que las puertas comunes, pero en este momento no lo son.
Este estilo de vida de alto vuelo no es en realidad la característica principal de la empresa.
Tesla todavía está asumiendo riesgos importantes y operando como la hábil startup que una vez fue, a pesar de ser una empresa pública con una capitalización de mercado de más de 30 mil millones de dólares. Queda por ver si eso es, o no, una buena idea en este momento, pero Tesla ha logrado sobrevivir hasta ahora.
El siguiente paso para la empresa: construir la mayor fábrica de baterías del mundo, lanzar un coche eléctrico para el mercado de masas, y vender baterías para abastecer a los edificios y la red energética. No es gran cosa, ¿verdad? Probablemente sean algunas de estas lecciones aprendidas – ajustarse a los errores, replantear los sistemas, y las largas horas invertidas en lograr esas tareas – las que podrían hacer que la empresa lo consiga.