Bitcoin está creciendo a un ritmo increíble en este momento. La moneda digital está llegando a niveles no vistos desde febrero de 2014, aumentando más del 30% en un mes.
El crecimiento de Bitcoin es una gran noticia para sus “mineros”, los responsables de la creación de la nueva Bitcoin.
La infraestructura es la columna vertebral de Bitcoin. Cualquiera que contribuya al funcionamiento de una red de potencia para ayudar a procesar las transacciones en la red informática es recompensado con la oportunidad de "minar" estas monedas.
A cambio de ayudar a mantener la red en funcionamiento, tienen la posibilidad de obtener una pieza de nueva creación de la moneda digital.
Este pago hace todo el proceso – con el equipo adecuado – muy lucrativo, y ha ayudado a generar una industria enorme e interesante.
Puedes “minar” incluso desde casa, y mucha gente lo hace. Pero también han surgido empresas dedicadas a la minería, por valor de varias decenas de millones de dólares.
Estas compañías construyen enormes centros de datos, o "minas", que consumen grandes cantidades de energía y realizan cálculos muy complejos en la búsqueda de oro digital.
Este es un ejemplo de uno de ellos:
Estas imágenes son de Genesis Mining, una empresa minera en la nube. Permite a los clientes que minen utilizando su nube, sin tener que comprar hardware especializado.
Es técnicamente posible minar en cualquier ordenador, pero no es rentable hacerlo a menos que tengas el equipo adecuado. Muchas personas minan en privado, uniéndose a menudo a grandes grupos para mejorar sus posibilidades. Pero el modelo de Génesis es otra opción.
La empresa tuvo las primeras minas en Bosnia y China, y actualmente la mayoría de las operaciones tienen su base en Islandia.
El país cuenta con tres cualidades muy importantes para la minería: energía barata, buenas conexiones a Internet, y un clima frío.
El clima es extremadamente importante. El hardware para la minería genera una enorme cantidad de calor y utiliza enormes cantidades de energía. Si puedes ahorrar en costes de enfriamiento gracias a la temperatura natural, eso podría marcar la diferencia entre perder dinero y obtener beneficios.
Aun así, el consumo de electricidad de Génesis es muy significativo. Su jefe ejecutivo, Marco Streng, dice que las compañías energéticas “nos ofrecen paseos en helicóptero cada vez que llegamos”, y cree que es posible que sean uno de los mayores consumidores individuales de energía del país.
Suponiendo que tienes la electricidad a un buen precio – y haciendo caso omiso de todos los demás gastos –, Streng dice que actualmente cuesta alrededor de 200 $ minar una Bitcoin. A modo de referencia, estas valen ahora mismo unos 690 $.
Sin embargo, hay muchos otros costes, incluidos el hardware, los costes de producción, el empleo de personal, y mucho más. “Creo que es justo asumir que [minar] probablemente se equilibre en el futuro en torno a + -20% con respecto a la compra”, dice Streng.
Asimismo sostiene que “la minería en la nube tiene un importante problema de confianza”. Los clientes nunca ven o tienen realmente el hardware de la minería – lo cual los pone en riesgo de fraude.
Pueden surgir esquemas de Ponzi, con autores que utilizan el dinero de los últimos clientes para pagarles a los clientes anteriores, mientras se quedan con la mayor parte para ellos mismos. “Ni siquiera son dueños de sus propias instalaciones mineras. Solo hacen fotos de otras empresas, las editan, y luego fingen que son suyas”.
Génesis no solo mina Bitcoin. También ha comenzado a minar Etereum – otro tipo de moneda digital que puede soportar aplicaciones descentralizadas y “contratos inteligentes” que se ejecutan automáticamente.
El precio de Etereum es actualmente de 16,70 $, mientras que Streng dice que los costes de electricidad para minar son de 3,85 $.
Esta es otra imagen de las operaciones mineras de Genesis. Hay más de 10.000 GPU mineras en esta división.
¿Cómo son las condiciones en la “mina”? En un video promocional, el Director Técnico Stefan Schindler fue franco: “Trabajar en una mina de Bitcoin es absolutamente terrible”.
“Estás constantemente rodeado de máquinas muy ruidosas”, explica. “Es como si estuviera escuchando aviones despegando y aterrizando sin parar”. El calor es otro factor – algunas partes de la instalación alcanzan de 40 a 50 ºC.
