Estamos cada vez más cerca de ver coches voladores en nuestra día a día, en lugar de solo en el cine.
Después de todo, Larry Page, uno de los cofundadores de Google (NASDAQ: Alphabet Class A [GOOGL]) que actualmente es el director ejecutivo de su empresa principal, ha gastado en secreto más de 100 millones de dólares para fabricar coches voladores. Peter Diamandis, un miembro de la junta de Hyperloop One, contó a Business Insider que solo nos quedan cinco años para ver coches voladores.
Una empresa, Terrafugia, está trabajando para conseguir hacer volar su coche con éxito en 2025. Continúe leyendo para saber más acerca del plan de la compañía.
Terrafugia fue fundada en 2006 por un grupo de estudiantes del departamento de Aeronáutica y Astronáutica del Instituto de Tecnología de la Universidad de Massachusetts (MIT) para hacer realidad el sueño de crear un coche volador.
En esta imagen puede ver el Transition, el primer coche volador de Terrafugia, que fue finalizado en 2014.
El Transition puede transformarse fácilmente de un coche normal a uno volador.
Puede alcanzar los 161 km por hora en el aire y tiene un alcance de 644 km.
Carl Dietrich, cofundador de Terrafugia, anunció en Business Insider que es posible obtener una licencia para poder manejar el Transition en menos de 20 horas.
La empresa, con sede en Woburn (Massachusetts), no ha revelado el precio exacto del Transition, pero puede reservar uno a través de su página web. Una licencia de piloto deportivo es suficiente para poder conducirlo.
Sin embargo, Terrafugia está centrando más su atención en su próximo modelo: el TF-X. El TF -X despegará, volará y aterrizará de forma autónoma.
Irónicamente, tendrá que conducirlo como cualquier coche automático.
El TF-X es un coche eléctrico híbrido que tendrá un alcance de 805 km.
Este coche puede despegar verticalmente, por lo que solo necesitarías encontrar un espacio más o menos del tamaño de una pista de tenis para poder accionar el modo de vuelo.
Dietrich explicó:
"Si tiene ese espacio en su propio terreno privado, puede hacer eso. O lo que puede ser más común en las zonas suburbanas es que exista un centro comercial en la zona con un área de despegue vertical, en el que quizás haya que pagar una determinada cantidad por utilizarlo".
Basta con introducir el destino deseado y el coche volará por sí mismo hasta allí.
Dietrich explica: "Después de entrar en la pista, antes de levantar el vuelo, tendría que salir y hacer una inspección previa al vuelo. [Después] tendría que indicar el destino al coche, que tendrá que comprobar el estado del tiempo y que no haya instrucciones temporales de vuelo ... Por fin, sugerirá una ruta para el destino final".
Los propietarios no necesitarían todavía recibir ningún tipo de formación, para determinar cosas como cuando es seguro aterrizar.
El coche volador aterrizará, después de que el conductor le dé permiso para hacerlo, lo que significa que el propietario necesita saber cuándo se reúnen las condiciones para un aterrizaje seguro.
Otra formación implicaría el aprendizaje de los procedimientos de emergencia básicos y cómo conducir el coche volador de manera apropiada.
Dietrich afirmó que Terrafugia tiene el objetivo de desarrollar un programa de formación que se podría aprender en un curso de un fin de semana. Este se podría impartir en escuelas de vuelo o en otros centros de formación, pero esos detalles aún no se han determinado.
Dietrich añadió: "Teóricamente, seremos capaces de llevar al mercado un producto como este entre 2023 y 2025. La concretización de este objetivo dependerá mucho de cómo evolucionan las conversaciones con la Administración Federal de Aviación".
Se le solicitó a la Administración Federal de Aviación (FAA, en sus siglas en inglés) que crease normas de seguridad para los vehículos aéreos automáticos, como el TF- X , como parte de la Ley de Reforma y Reautorización de la FAA de 2012.
Sin embargo, dichas normas aún no se han establecido. Cuando se definan, Terrafugia tendrá una mejor idea sobre cómo proceder en la introducción del TF-X en el mercado. Dietrich afirmó:
"Hasta que las cosas no estén bien definidas, todo es incierto".
Aunque aún no se han creado estas normas, la FAA ha concedido recientemente permiso a Terrafugia para probar su TF- X al aire libre.
Así, la empresa podrá trabajar en la integración de tecnología básica para el TF - X a la espera de una disposición oficial por parte de la FAA.