Para muchos, las decisiones de Bruselas se ven como una búsqueda de la justicia social, pero también hay ventajas ocultas que beneficiarían en última instancia a los gigantes de Internet.
Una superpotencia tecnológica estadounidense tras otra se han ido encontrando en el punto de mira de las autoridades europeas corporativas en materia de impuestos, monopolio y el mal uso de datos de los consumidores. Para algunos, esto parece la extralimitación del Viejo Continente que tiene celos de Silicon Valley.
Sin embargo, si lo miramos más de cerca, las restrictivas medidas impuestas por los organismos protectores de Bruselas, como la líder antimonopolio Margrethe Vestager, puede que terminen beneficiando de alguna manera a Amazon (NASDAQ: AMZN), Google (NASDAQ: GOOGL), Facebook (NASDAQ : FB) y Apple (NASDAQ: AAPL).
Desde luego, no lo parece, pero Vestager y compañía puede que en última instancia los animen mejorar sus prácticas empresariales y ponerle freno a los impulsos que podrían acabar siendo contraproducentes. Generalmente, se supone que EE. UU. debería exigirle responsabilidades a estos gigantes tecnológicos, pero tanto el orgullo nacional como la laxa cultura reguladora, y la influencia política lo han impedido.
Estas son tres áreas en las que las potencias tecnológicas de EE. UU. podrían beneficiarse de la reprimenda de Bruselas:
Impuestos
La original aplicación de la ley de competitividad de Vestager para hacer que Irlanda recaude al menos 13.000 millones de euros (14.600 millones de dólares) en impuestos no pagados por parte de Apple, con toda seguridad obligará a las empresas tecnológicas de EE. UU. y otras multinacionales a estudiar de nuevo sus tácticas agresivas de evasión.
Apple no puede estar inventando siempre maneras enrevesadas de desviar gran parte de sus beneficios a Bermudas u otros sitios. Con el tiempo, alguien le obligará a cambiar, y las medidas enérgicas de Europa podría instar a Apple y otras empresas a moverse más rápido hacia una estructura de impuestos sostenible. Vestager no se puede llevar todo el mérito puesto que la OCDE y el G20 ya estaban trabajando en ello. Pero su púlpito intimidatorio es poderoso.
Ley de información digital y privacidad
Las revelaciones de Edward Snowden sobre la vigilancia online de Estados Unidos llevaron a los gobiernos europeos a pedir que se almacenara más información en la región. Aunque se pasaron algunas leyes, el riesgo de una restricción llevó a Amazon, Microsoft (NASDAQ: MSFT) e IBM (NYSE: IBM) a duplicar el número de centros de información de la UE, proporcionando servicios en la nube a empresas europeas. Resultado: su negocio de computación en la nube en Europa derrotó a la mayoría de los proveedores locales.
Ventaja de campo
Los proveedores estadounidenses de computación en la nube ayudaron a sellar su dominio en Europa construyendo más centros de información locales. Desde 2011, las siete principales empresas de la nube han aumentado sus centros de información de 9 a 26 en la región.
Por otra parte, los políticos europeos, reguladores y consumidores tienen sospechas sobre cómo usa Sillicon Valley toda su información. A Facebook no le gusta que se le cuestione sobre este tema, ha desvelado la homosexualidad de algunos jóvenes a sus padres, ha identificado pacientes psiquiátricos y ha tenido que retractarse de su palabra sobre cómo usa los números de teléfono y otra información.
El mal uso continuo de la mayoría de nuestros datos personales demuestra que estas empresas necesitan que controlen su poder, y solo Europa ha mostrado tal interés. Por supuesto, las multas de Europa hacia Google en este campo han sido insignificantes. Pero tendrán que aceptar nuevas directrices, con Vestager mostrando cierto interés en cómo se sobreponen la ley de competitividad y los datos personales.
A Alphabet y Facebook puede que no le gusten las ideas de Europa, tales como el derecho a acabar con búsquedas erróneas de Google, y en última instancia, para eso son los negocios, ¿verdad? Para servir al consumidor.
Competencia
Vestager ha presentado cargos contra Google alegando que la empresa supuestamente está dando prioridad a sus propios servicios sobre los de la competencia en cuanto a los resultados de búsqueda, y está trabajando en una investigación separada de Android. Dado el ritmo de los cambios en la tecnología y la omnipresencia de Google, estos casos pueden que no tengan un impacto importante.
Sin embargo, las acciones de Vestager deberían animar al gigante de las búsquedas a evitar el peligro que hizo descarrilar a predecesores suyos, que fue el centrarse demasiado en el dominio de la vieja tecnología. Piense en Microsoft e Intel (NASDAQ: INTC) por ejemplo. Hace una década, estuvieron envueltos en largas investigaciones de antimonopolio en Europa. Su intento por proteger sus viejas conquistas ayuda a explicar por qué se quedaron fuera en el mayor cambio en la industria en una generación: el cambio a los dispositivos móviles.
Por supuesto, Europa sigue tomando algunas decisiones absurdas. El miércoles, la Comisión propuso algunas reformas de copyright impracticables, entre las que se incluye darle a los medios de comunicación el derecho a exigir un pago de las páginas webs que muestren fragmentos de sus historias. Tales medidas no han funcionado en los países donde lo han intentado y no arreglará las estrategias online defectuosas de los editores.
Sin embargo, quizás Silicon Valley le dé algún día las gracias (o al menos deje de culpar) a Europa por su activismo. Es fácil desdeñar la misión social detrás de algunas de las acciones de Bruselas. Pero hay beneficios empresariales escondidos aquí también, lo cual, en última instancia sería beneficioso para los gigantes de Internet.