A partir del próximo año, los nuevos compradores de coches eléctricos tendrán que pagar por las recargas. Estas son las razones por las que la empresa ha decidido dar este paso.
Tesla (NASDAQ: Tesla Motors [TSLA]) ofrece un buen argumento de ventas: coches preciosos, aceleración increíble, características como el piloto automático que llegan automáticamente a través de las actualizaciones en el sistema. Y como guinda del pastel para aquellos que pueden permitirse el lujo de tener coches eléctricos, recarga gratuita en la red internacional de estaciones de Tesla Supercharger.
Desde 2012, Tesla ha invitado a sus clientes a usar sus estaciones de servicio, donde se puede cargar un coche en una hora para viajar de 300 a 400 km. Lo suficientemente bueno para recargar una batería agotada en unos 30 minutos, mientras el conductor hace un descanso o toma algo. Intentan abordar la simplicidad y la comodidad de repostar un coche convencional, y son gratis para toda la vida.
Pero eso se acabó: a partir del próximo año, los nuevos compradores de Tesla que quieran conectarse tendrán que pagar bastante. Pero esto no significa que Tesla esté renunciando a sus promesas o Elon se esté convirtiendo en Ebenezer. Esto significa que Tesla está creciendo junto con la industria de vehículos eléctricos estadounidenses.
La supercarga viene con un precio
A partir del 1 de enero de 2017, cualquier persona que quiera un Tesla obtendrá un total de 400 kilovatios/hora gratis al año – alrededor de 1.600 km de conducción. Tesla no ha revelado cuánto costará después de ese límite, pero dice en un blog que “módico precio” será menor que llenar el tanque de gasolina. La gente que pidió su coche antes de ese momento, aún puede cargar de forma gratuita, para siempre. (Eso no cuenta a las 373.000 personas que han entregado 1.000 $ para reservar un Model 3, eso es un depósito, no un pedido).
Tesla tiene previsto usar los nuevos ingresos para construir nuevos supercargadores (tiene 734 en todo el mundo, con 4605 puntos de recarga), pero el simple hecho de pedir dinero para su uso podría hacer más que expandir la red.
Algunos propietarios de Tesla han tratado el almuerzo gratis como si fuera un buffet. No es raro ver una cola de coches Model S y X esperando para obtener sus electrones en lugares ocupados. En una carta de agosto de 2015, Tesla reprendió a los propietarios por abusar de los supercargadores vez de hacer su carga diaria en casa.
Art Wheaton, que estudia la industria automotriz en el Instituto de Trabajadores de la Universidad de Cornell, dice al respecto:
“Cada vez que das algo gratis, se hace más difícil de manejar. Pedir una pequeña cantidad de dinero debería alentar a la gente a tomar sólo lo que necesita. Esto ayudará a hacer frente a las colas”.
A medida que Tesla sigue vendiendo coches, esto es muy importante para mantener una experiencia positiva para el usuario.
Además, las estaciones de recarga son caras. Paul Mutolo, químico de almacenamiento energético en la Universidad de Cornell, sostiene:
“Tener un supercargador encendido es como poner de cinco a diez hogares conectados a la red”.
Cuando se tienen muchos coches cargándose a la vez, esto provoca un aumento importante en la demanda de energía, y eso resulta en grande costes.
Ganar dinero podría permitirle a Tesla construir supercargadores más en consonancia con la visión del director ejecutivo Elon Musk de un transporte sostenible, con paneles solares y baterías para almacenar energía y amortiguar la demanda, reduciendo costes al mismo tiempo.
La red de estaciones de recarga está creciendo
Los problemas actuales con la oferta de carga gratuita parece que va a empeorar con Tesla pasando de ser un nicho de automóviles de lujo a un fabricante de masas. Elon Musk venderá alrededor de 100.000 coches este año; quiere producir medio millón de coches al año para 2020.
En cualquier caso, Tesla ha superado la necesidad de ofrecer una carga gratuita. Este fue un paso importante, cuando la mayoría de los estadounidenses se negaba a comprar coches eléctricos por temor a que no pudieran aguantar un viaje largo por carretera, a pesar de que conducían menos de 60 km por día. Decirles que podían cargar rápidamente, justo al lado de la autopista, y sin coste alguno fue una forma inteligente de aliviar las preocupaciones y aumentar las ventas.
Ahora, eso ya no es tanto un problema. El Modelo S va más lejos que nunca con una carga y ya no es el único coche eléctrico que sacarías de la ciudad para ponerlo en carretera. Musk se enfrenta a competidores como el más asequible Chevrolet Bolt, con más de 300 km de alcance.
Mientras tanto, la infraestructura de la competencia está ganando terreno. BMW (XETRA: Bayerische Motoren Werke [BMW]) y VW (XETRA: Volkswagen [VOW3]) están construyendo una red de cargadores rápidos. La Administración Obama está financiando una red de “corredores de carga de vehículos eléctricos”. Tesla y el mercado de vehículos eléctricos han alcanzado un punto en el que la carga gratuita no parece necesaria.
Tesla siempre ha creído que deberíamos cargar nuestros coches de la misma forma en que cargamos los teléfonos: enchufándolos en el trabajo, en casa, en cualquier momento que no lo estemos utilizando. Pero como le sucede a muchos, los teléfonos se quedan sin batería en los momentos más inoportunos. La red de Superchargers funciona bien, pero será de poca utilidad si Tesla no puede mantenerla útil y práctica a medida que la expande.