Al invertir 8.000 millones de dólares en Harman International, Samsung espera entrar en el mundo de la tecnología automotriz.
Bastante afectado después de verse obligado a retirar del mercado el Galaxy Note 7, Samsung (KRX: 005930) está abriéndose nuevos horizontes. El gigante del sector de la electrónica ha dicho esta mañana que va a pagar 8.000 millones de dólares para comprar la empresa de tecnología automotriz Harman International, lo que supone claramente una gran apuesta por el sector automotriz.
Los coches conectados son la última tendencia del sector. Mientras que gran parte del mundo sufrió un gran cambio con la llegada de los smartphones, los tableros de mandos de los coches siguen cerrados al mundo exterior. Tan solo tiene que comparar su smartwatch con su coche. El reloj le dice a su teléfono cuántos pasos ha dado durante un día determinado. Seguramente no puede obtener esa información del coche.
La industria del automóvil lleva un tiempo intentando ponerse al día al tiempo que las grandes empresas tecnológicas como Samsung y Apple (NASDAQ: Apple [AAPL]) buscan una forma de abrirse camino en el sector. Hace ya casi 3 años, Apple anunció a bombo y platillo CarPlay. En teoría, este software permite que las pantallas del salpicadero de los coches reflejen el contenido de las pantallas del iPhone.
Sin embargo, la verdad es que CarPlay no ha tenido el éxito que se esperaba. Los fabricantes de coches, que suelen demorar varios años el lanzamiento de nuevos modelos, tienen parte de la culpa. Apple tiene una larga lista de socios de CarPlay, pero el sistema solo empezará a estar presente en los modelos de 2017. Imagínese que pasan 3 años entre el anuncio de un nuevo iPhone y su lanzamiento.
Por esa razón la compra de Harman por parte de Samsung podría convertirse en un gran negocio. Mediante esta compra Samsung se hace con una empresa que ya está conectada al ecosistema del automóvil. Desde hace mucho tiempo Harman se dedica a fabricar sistemas de sonido para coches, pero también fabrica sistemas telemáticos, esencialmente centros de comunicaciones que comparten información sobre las operaciones del automóvil con el mundo exterior – como es el caso de servicios de emergencia e informes de tráfico en tiempo real.
Harman afirma que sus sistemas de vehículos conectados ya están integrados en 30 millones de vehículos. Para Samsung, el objetivo es integrar esos sistemas con sus teléfonos Galaxy, y que el flujo de información sea bidireccional entre el teléfono y el coche.
Hasta el momento, Apple ha adoptado un enfoque más fragmentado. Aparte de CarPlay, han corrido los rumores de que la empresa estaba interesada en McLaren, un importante participante en el sector de la tecnología automotriz, pero de momento Apple no ha movido ficha. Y los de Cupertino han comunicado que no tiene la intención de fabricar, de momento, un coche exclusivo.
Es posible que la decisión de Apple y Samsung de dejar que sean los fabricantes de coches los que se encarguen de la construcción de los vehículos sea acertada, pero aún así la colaboración entre ambos sectores es necesaria. Los coches son muy parecidos a los teléfonos móviles de hace una década - hacen lo que se les pide, pero podrían llegar mucho más lejos.