Cómo puede una VPN proteger tu privacidad y por qué deberías usar una
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¿Deseas conectarte a Internet y mantener tus datos seguros? ¿Quieres acceder a una red social pero no puedes desde el trabajo? Las VPNs son tu solución. Te contamos cómo funcionan y por qué deberías usar una.

Internet es la red de ordenadores más grande del mundo, pero también la red pública más insegura, por lo que continuamente se innova en materia criptográfica y de ciberseguridad para mantenernos protegidos. Las amenazas, los recursos de seguridad y las prácticas de navegación segura son importantes para contrarrestar la amenaza informática que representan.

Uno de los recursos tecnológicos más populares contra el espionaje y la intercepción de datos a través de internet es la Red Privada Virtual o VPN por sus siglas en inglés. Este recurso permite acceder a los beneficios de una red privada, pero a través de la conectividad de una red pública, en este caso Internet.

Sabemos que existen redes privadas que pueden ser tanto domésticas como corporativas (LAN, acrónimo de Local Area Network o Red de área local), a través de distintos medios de conectividad como cables de red ethernet o a través de una conexión inalámbrica WLAN o Wi-Fi. Esta red permite conectar diferentes ordenadores y dispositivos para propósitos específicos.

Estas redes tienen el requisito de mantener los dispositivos cercanos entre sí, pero ¿qué pasa cuando tenemos que conectar equipos en lugares alejados? Utilizar cableado o tecnología inalámbrica es un coste totalmente absurdo, por lo que para conseguirlo se emplea Internet.

Con una tecnología de tunelización que implemente una VPN podrás conectar ordenadores que se encuentran a distancia sobre la red pública, manteniendo tus datos privados y seguros. Por eso se denomina virtual, ya que la privacidad se aplica mediante cifrado, por lo que los datos intercambiados son ilegibles si llegan a ser interceptados en el camino.

Ventajas

Probablemente te estés preguntando: ¿Cómo puedo utilizarlo yo si no necesito crear una red privada?

¿Necesito una VPN aunque no tenga nada que ocultar?

La respuesta es muy sencilla, puesto que sí estarás conectándote a una red privada, pero con el objetivo de navegar por Internet. Bajo estas circunstancias, conectarte a Internet a través de una red intermediaria permite que tu sesión de conectividad se mantenga anónima, ya que estarías navegando con la dirección IP de la conexión de la VPN, manteniendo tus datos seguros de los atacantes, como así también, tus datos de sesión.

Otra excelente característica que nos brinda esta tecnología es la posibilidad de saltarse las restricciones regionales de algunos servicios web. Tal y como hemos dicho anteriormente, estás navegando a través de un intermediario, por lo que quien en realidad se conecta con esos sitios web es el servidor de la VPN y no tú, por lo que el país correspondiente a la conexión es el de la VPN, increíble, ¿no?

Desventajas

Aquí viene la parte que siempre acompaña a algo beneficioso, y es que las VPNs aumentan la cantidad de intermediarios entre tu ordenador y el servidor del sitio web en cuestión, por lo tanto, tendrás más demora y una posible reducción en la velocidad. Algo que puede ser crucial en alguno servicios como el de contenido en streaming. De todas formas, ya existen varios intermediarios en cualquier conexión normal, como los servidores que traducen dominios de Internet a direcciones IP.

Esto puede contrarrestarse con un servicio de excelente calidad que incluya una velocidad elevada de conexión, pero por supuesto todo esto tiene un precio. Estos servicios disponibles para el público pueden tener algún plan gratuito, pero suelen ser limitados en ancho de banda o solo están disponibles en algunos lugares.

Otra desventaja puede asociarse al hecho de que existen listas de servidores VPN, por lo que, si un servicio web que tiene restricciones geográficas tiene acceso a una de estas, entonces detectará que estás utilizando una, y aún así bloqueará el servicio para mantener las restricciones. Sin embargo, esto es muy poco frecuente.

Cómo protegerte de los ataques informáticos

Proxy o VPN

Estos dos recursos pueden llegar a tener prestaciones similares que hacen que la gente los confunda. Ambos son intermediarios en tu conexión con algún sitio o servicio web, pero la clave está en un elemento: el cifrado.

Mientras que con un servidor proxy puedes enmascarar tu dirección IP y saltarte las restricciones geográficas, con una VPN todo el intercambio de datos está cifrado, ofreciendo una capa de seguridad y aislación adicional que reduce el potencial de amenazas cibernéticas, dejando prácticamente en desuso al primero.

En conclusión, podemos decir que es una buena práctica incluir una VPN en nuestra navegación cotidiana, al menos cuando debemos conectarnos desde una red pública y masiva para acceder a Internet (cafeterías y locales comerciales). Lo importante es encontrar un proveedor de confianza con una buena política de privacidad que se comprometa a eliminar todos los datos de nuestra sesión de navegación.

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