Cómo preservar nuestra privacidad en Internet
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Simples consejos para ayudarte a evitar que los gigantes de Internet lo sepan todo sobre ti.

Internet ha cambiado rápidamente desde sus inicios, de ser una red de intercambio de datos entre universidades pasó a ser un repositorio de información y de ahí a un escaparate comercial para más tarde convertirse en el centro de la vida social de las nuevas generaciones.

Con cada nueva generación de Internet han aflorado nuevos retos y amenazas, problemas de rendimiento así como problemas de seguridad. En esta nueva generación el verdadero problema que amenaza en Internet es cómo preservar nuestra privacidad.

Qué amenaza nuestra privacidad en Internet

Una de las principales características de la evolución de Internet en los últimos años es la proliferación de servicios gratuitos: ¿cómo puede una empresa que da servicios gratuitos convertirse en un gigante de Internet? Esa es una de las primeras preguntas que deberíamos hacernos, como ya dijo Richard Stallman: “si el servicio es gratuito, entonces el producto eres tú”.

Lo cierto es que, ciertamente, compañías como Facebook, Twitter y Google (entre otros) han creado un negocio que se basa en la utilización de los datos privados de sus usuarios, muchos diréis: “se dedican a la venta de publicidad”, bueno, se dedican a la venta de publicidad segmentada y orientada, que no es exactamente lo mismo. El negocio de este tipo de compañías es utilizar los datos que reciben sobre tus gustos y tus hábitos para ofrecer un servicio de publicidad más orientada a sus clientes.

Esta práctica de por sí no supone un riesgo para nuestra privacidad, si no fuera por la forma en la que se captan los datos, abusando del sistema de cookies.

Cómo se abusa de estos sistemas

Las cookies son píldoras de información que se guardan en el navegador y que permiten, por ejemplo, no tener que introducir la contraseña cada vez que visitamos un sitio.

Los navegadores protegen el contenido de esas cookies permitiendo únicamente acceder a los datos de una cookie únicamente desde el dominio desde el que se creó la cookie. Es decir, si tienes una cookie creada en el dominio “midominio.com” no podrás leerla desde el dominio “google.es”. Hasta aquí todo correcto, nadie abusa de nuestros datos, pero aquí es donde comienza la trampa de lo gratuito, estas compañías ofrecen fragmentos de código para insertar en la página web que ofrecen interesantes funcionalidades (misteriosamente gratuitas).

El hecho de añadir estos códigos, por ejemplo, “analytics” o botoneras de “me gusta”, permite a Google o a Facebook acceder a sus propias cookies, ya que el código de Google está en el dominio de Google y así cargar el identificador único del usuario. Esta técnica hace que el código JavaScript pueda enviar a Google datos de qué páginas visita cada usuario o cuánto tiempo permanece en ellas.

Aquí no acaba todo

Esta capacidad de obtener nuestros hábitos de navegación ya es de por sí peligrosa, pero en el caso de estas compañías el problema alcanza proporciones enormes si tenemos en cuenta la cantidad de datos a los que tienen acceso. No olvidemos que Facebook es el dueño de Instagram y WhatsApp y que Google nos tiene rodeados por todas partes (Ads, Analytics, Gmail, Flights, Local Guides, Hangouts, Youtube, Android…).

De esta manera, Google puede relacionar con tu ID de usuario tu historial de navegación, tu historial de ubicaciones, tu historial de búsquedas, tu historial de compras, sí, por si no lo sabías Google también rastrea tus compras.

Y llega la burbuja

Es posible que no te preocupe que Google tenga todos los datos acerca de tu día a día, pero igual sí te molestan los efectos colaterales, la burbuja de Internet. El dominio que Google y Facebook tienen sobre las plataformas de anuncios y que Google tiene sobre el mercado de búsquedas hará que te veas encerrado dentro de una burbuja, solo verás anuncios relacionados con tus búsquedas e intereses recientes, tus búsquedas en Internet estarán muy orientadas, de repente tendrás la sensación de que Internet es muy pequeño.

Qué se puede hacer para evitar esto

Hay muchas cosas que se pueden hacer para evitar este tipo de acoso, cada uno tiene que encontrar el equilibrio entre su privacidad y su comodidad, nosotros os dejamos una serie de consejos, cada consejo que sigáis os hará recuperar un poco de privacidad, vosotros ponéis los límites. Aquí os dejamos unos consejos generales que podéis seguir en cada dispositivo.

La primera y más importante es beneficiarnos de la navegación privada, pero ojo, el modo incógnito de Google Chrome no protegerá nuestra privacidad si tenemos nuestra cuenta de Google vinculada al navegador. La navegación privada elimina los datos de sesión, el historial y las cookies al cerrar el navegador, se podrán rastrear los datos de la sesión, pero no más allá de la sesión.

Si una vez entremos en el modo navegación privada no accedemos a nuestra cuenta de Google o de Facebook (o Twitter o Amazon) no se fijará la cookie de rastreo y no se podrán rastrear nuestros datos.

Además de esto, DuckDuckGo proporciona una extensión que permite bloquear los rastreadores y nos dará un nivel adicional de protección.

No todo el rastreo proviene de estas empresas, nuestro proveedor de Internet o agencias gubernamentales pueden interceptar el tráfico, en estos casos lo recomendable es usar una buena VPN para evitar rastreos.

¿Se puede vivir en Android sin Google?

El problema adicional llega cuando Google no es solo nuestro buscador, sino el proveedor de nuestro sistema operativo, en este caso, es difícil librarse del control de su búsqueda incansable de datos. Sin embargo, hay algunas cosas que se pueden hacer para reducir el impacto:

  • Reducir el número de aplicaciones de Google que utilizamos, cada aplicación de Google le da acceso a más datos, buscar alternativas al correo, a contactos o agenda (aunque sean las del fabricante del móvil) dejará a Google a ciegas.
  • No usar las aplicaciones de Facebook o Twitter, instalan servicios que les permiten acceder a datos del dispositivo. Es recomendable consultar las redes sociales en el navegador.
  • Intentar utilizar una cuenta distinta para nuestro dispositivo Android y en nuestro correo electrónico.
  • Con estos sencillos consejos, conseguiremos reducir bastante la cantidad de datos que este tipo de compañías pueden obtener de nuestro dispositivo.
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