Weidmann del BCE no ve necesario un alivio urgente de deuda para Grecia.
En los próximos años, Grecia afronta unas necesidades relativamente bajas de vencimientos de deuda y no es urgente abordar un mayor alivio de la misma, dijo el miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo Jens Weidmann en declaraciones publicadas el jueves en el periódico financiero griego Naftemporiki.
«En 2014 los pagos de intereses como proporción del PIB fueron más bajos en Grecia que en España, Portugal o Italia», dijo Weidmann. A esto añadió:
«Teniendo en cuenta las bajas necesidades de refinanciación para los próximos años, un alivio mayor de la deuda no parece un asunto de interés particularmente urgente».
Atenas ha estado peleando por legislar reformas, acordadas con sus socios de la eurozona, a cambio de recibir un rescate de 86.000 millones de euros, el tercer paquete de ayuda financiera que ha obtenido para mantenerse a flote desde que estalló su crisis de deuda en 2010.
Sin embargo, el Gobierno busca algún alivio de la deuda que le permita crecer en el futuro.
Weidman dijo que la tarea más importante que tienen entre manos es la plena aplicación de las reformas del programa de ajuste económico acordado.
«Esto no solo aumentará la posibilidad de crecer sino que también disolverá la permanente situación de incertidumbre que actúa como freno para las inversiones», explicó al periódico.
El banquero central también señaló que es muy pronto para crear un sistema de garantía de depósitos conjunta con la eurozona porque supondría compartir los riesgos relacionados con las políticas nacionales. Ante esta situación, realizó las siguientes declaraciones:
«Los bancos europeos tienen grandes concentraciones de deuda nacional en sus hojas de balance. Compartir los riesgos bancarios sería igual a compartir de los riesgos del Estado».
Los bancos griegos han dependido desde febrero de una asistencia de emergencia para obtener liquidez por parte del Banco Central de Grecia, después de que el BCE cortara la financiación a causa del estancamiento de las conversaciones sobre el rescate entre el Gobierno griego y sus acreedores oficiales.
La financiación de emergencia se redujo en noviembre a 77.500 millones de euros, desde los 82.200 millones el mes anterior, debido a que mejoraron las condiciones de liquidez.