La cotización en la Bolsa de Shanghái se detuvo después de registrar fuertes caídas de casi un 7%.
Según la BBC, la cotización fue suspendida durante 15 minutos después del colapso del mercado de un 5%. El sistema de suspensión automática de la cotización en el caso de cambios repentinos se introdujo a principios de 2016 y se ha activado por primera vez.
Sin embargo, las acciones en la Bolsa de Valores de Shanghái siguieron cayendo. En el momento de suspensión de la cotización las caídas alcanzaron el 6.9%, y el índice genenal de Shanghái cayó hasta los 3.296,66.
Los expertos vinculan la caída de las acciones con un pobre crecimiento de los altos índices industriales de China: en la víspera del año nuevo varias empresas independientes hicieron públicos informes que predicen un nuevo descenso de la producción industrial en China.
El PMI cayó hasta 48,2 en diciembre, lo que representa una disminución de la actividad en el sector manufacturero de la economía china por décimo mes consecutivo, según RBC. El PMI para el sector privado, que muestra la actividad en la pequeña y mediana empresa, también mostró un descenso por quinto mes consecutivo.
El resto de las acciones de la región se vieron arrastradas por la Bolsa china. El japonés Nikkei 225 cayó un 3,1% hasta los 18.441,24, lo que se asocia con el fortalecimiento del yen y ejerce presión sobre las acciones de los grandes exportadores.
El S&P/ASX 200 de Australia cerró en terreno negativo, cayendo un 0,5% hasta 5.270,50, mientras que el Kospi de Corea del Sur cayó un 1,8% hasta 1.926,61.