Caída de las bolsas europeas y nuevos mínimos en el precio del Brent.
A pesar de los buenos datos de la economía europea, con una caída del desempleo, un aumento de la confianza económica y de los índices de compras, que sugieren que el crecimiento se está acelerando, las bolsas europeas siguen sufriendo fuertes caídas debido a la influencia de China.
El Índice Compuesto de Shanghai subió un 3 por ciento a las 1:34 pm hora local, tras caer hasta un 2,2 por ciento más temprano. China decidió suspender desde hoy el nuevo mecanismo de cortocircuito que interrumpía las operaciones accionarias cuando se produce una caída muy brusca, puesto que el instrumento provocó fuertes pérdidas en los volátiles mercados del país y en las bolsas globales. El banco central fija hoy el tipo de referencia de divisas con pocos cambios después de un tramo de ocho días de fijaciones más débiles que agitaba los mercados globales. Los fondos controlados por el Estado han comprado acciones chinas el viernes, centrándose en las acciones financieras y otros con grandes ponderaciones de los índices de referencia, de acuerdo a personas familiarizadas con el asunto.
La alta concentración de inversores individuales de China hace que su bolsa sea muy volátil y los cambios extremos de este año han reavivado la preocupación sobre la capacidad del Partido Comunista para gestionar una economía que crece actualmente al ritmo más débil desde 1990. La oleada de ventas de esta semana se ha extendido a todo el mundo, y ha provocado el peor comienzo del año registrado hasta ahora en los valores de EE. UU., así como la mayor caída del cobre.
Nuevos mínimos en el precio del Brent
Los precios del crudo Brent tocaron un nuevo mínimo de 11 años ayer debido a que renovadas preocupaciones sobre la economía de China se sumaron a un enorme exceso de suministro, a una producción cercana a niveles récord y a una desaceleración de la demanda que ya ha hundido el barril. Se espera que el precio baje a 30 dólares.
China aceleró el jueves la devaluación del yuan, lo que hizo tambalear a las monedas de la región y motivó el desplome de los mercados bursátiles domésticos, debido a que los inversores temieron que el gigante asiático estuviera iniciando una guerra comercial virtual con sus competidores. Aunque un yuan más débil ayudará al sector de las exportaciones en China, también aumenta los riesgos para los propietarios de moneda extranjera del país y aumenta la especulación sobre la posibilidad de que la desacelaración económica de China sea mayor de lo que los datos sugieren.
Los futuros del crudo Brent tocaron un nuevo mínimo de 11 años a 33,09 dólares por barril, aunque borraron parte de sus pérdidas y operaban a 33,52 dólares por barril a las 0213 GMT.
En EE. UU., los futuros del referencial West Texas Intermediate (WTI) alcanzaron niveles no vistos desde el 2009 a 32,77 dólares por barril, pero luego remontaron y cotizaban a 33,25 dólares a 0213 GMT.
Impacto en el resto de mercados
Las acciones europeas cayeron con fuerza ayer, bajo el impacto de la abrupta depreciación del yuan, aunque lograron recuperar parte de sus pérdidas después de que el regulador de valores de China decidiera suspender el mecanismo de interrupción de las operaciones bursátiles. El índice de referencia europeo, el FTSEurofirst 300, cerró con un retroceso de 2,33 por ciento hasta los 1.359,90 puntos, tras haber cedido previamente más de un 3 por ciento.
El S&P 500 ha caído un 4,9 por ciento este año, lo que resulta ser el peor dato registrado desde 1928. El índice MSCI World Index han caído un 5,3 por ciento.