Los negocios de la zona euro comenzaron 2016 un poco más en forma que lo que se esperaba, pero el ritmo de crecimiento de enero solo igualó el más débil del año pasado, añadiendo presión al BCE para que vuelva a actuar, según una encuesta.
El tibio crecimiento llegó después de que las empresas bajaran los precios por cuarto mes -la caída más pronunciada desde marzo- justo cuando el Banco Central Europeo (BCE) está intentando impulsar la inflación, que se encontraba en enero en un débil 0,4 por ciento.
Chris Williamson, director de economistas de la encuestadora Markit, dijo:
«Una decepcionante encuesta PMI de la zona euro para enero señaló una de las expansiones más débiles vistas a lo largo del año pasado y aumenta las expectativas de futuros estímulos. El crecimiento de la actividad, el número de pedidos y el empleo han perdido impulso, pero quizá lo más preocupante de todo desde la perspectiva de un legislador es la intensificación de las presiones deflacionarias».
El Índice de Gerentes de Compra final de Markit, considerado una buena guía de crecimiento, alcanzó 53,6, solo superando una anterior estimación de 53,5, pero considerablemente por debajo del de diciembre de 54,3.
El índice de precios de producción cayó por debajo de la marca de los 50, que separa el crecimiento de la contracción. Registró 48,9, el punto más bajo en diez meses, mientras que el de diciembre fue de 49,5.
Markit dijo el PMI apunta a un crecimiento del 0,4 por ciento al comienzo del año, en línea con la encuesta de Reuters de enero.
«Crecimiento e inflación claramente han fracasado en seguir la tendencia del año pasado a pesar de los renovados esfuerzos de estímulo del BCE. Esto lleva a la cuestión de si los estímulos actuales han sido simplemente insuficientes o si la política monetaria es inefectiva», dijo Williamson.
Se espera que el BCE reduzca más su tasa de depósitos, ya en territorio negativo, cuando se reúna en marzo e incluso existe la posibilidad de que incremente los 60.000 millones de euros mensuales que actualmente destina a la compra de bonos, según una encuesta de Reuters.
La bajada de precios no consiguió tener un impacto significativo en la industria dominante del bloque. Su PMI cayó al mínimo anual del 53,6 desde el 54,2, como predijo la estimación.