El pago por móvil gana terreno en España
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Esta tecnología permite usar el «smartphone» como si fuera una tarjeta de crédito o débito y pagar acercando el dispositivo al datáfono del establecimiento.

Hace unas semanas se anunció que los clientes de CaixaBank e imaginBank serán los primeros en España que puedan utilizar el servicio de pago vía móvil Samsung Pay. Esto significa que podrán utilizar su smartphone para pagar en cualquier establecimiento que acepte el pago con tarjeta de crédito o débito contactless.

Sin embargo, esta tecnología aún es incipiente y desconocida para buena parte de la población a la que palabras como wallet y contactless aún les suenan a mundo ajeno. ¿En qué consiste en realidad el pago con móvil?

La idea de esta tecnología es convertir el smartphone —dispositivo que actualmente todo el mundo lleva siempre a mano— en el método principal de pago, como sustituto de la típica tarjeta. Para ello, el usuario debe tener un móvil con NFC (Near Field Communication), una tecnología que transmite información entre dispositivos separados por pocos milímetros, y alguna «app» de monedero digital instalada.

Estas aplicaciones son herramientas que el usuario instala en su teléfono y que, una vez introducidos todos los datos, permiten realizar transacciones en establecimientos que dispongan de un TPV (terminal punto de venta) o datáfono que soporte la tecnología contactless (pago sin contacto mediante radiofrecuencia).

Cuando se acerca el móvil al datáfono, la aplicación se abre y realiza la transacción, siempre y cuando esta sea de menos de 20 euros. A partir de ese precio, la app solicita un PIN o una huella digital. El usuario puede cambiar esos requisitos y hacer que solo se exija la contraseña a partir de cantidades más altas o que la solicite siempre.

La desconfianza: el mayor reto

El mayor reto al que se enfrenta este sistema es el mismo que hizo que el comercio electrónico tardase años en despegar en España: la desconfianza por temas de seguridad en asuntos relacionados con las transacciones de dinero. Todo parece indicar que la implantación será más rápida en este caso, ya que cuenta con bastantes puntos a favor. Por un lado, la gente ya se ha acostumbrado a nuevas formas de comercio como las compras por internet y, por otro, grandes empresas con mucho prestigio se están interesando por este sistema —desde tecnológicas como Apple, Google y Samsung hasta operadoras como Vodafone y Orange y entidades bancarias como BBVA, la Caixa y Bankia—. Además, existen diversos sistemas que minimizan los riesgos.

Las aplicaciones monedero guardan una réplica cifrada de la tarjeta de crédito o débito pero, a la hora de hacer una transacción, no envían el número de la misma sino un identificador válido para un solo pago. Esto impide que se intercepte y duplique el número de la tarjeta. Eso, unido a la necesidad de introducir PIN a partir de los 20 euros y de las alertas que reciben los bancos cuando se realiza una serie extraña de transacciones, reduce las posibilidades de robo y fraude al mínimo.

Entre las aplicaciones que ya están disponibles en España se encuentran Vodafone Wallet, Orange Cash, Google Wallet, la Caixa contactless, BBVA Wallet, Bankia Wallet y, dentro de poco, también Samsung Pay.

Los posibles usos de la tecnología NFC

Aunque actualmente la tecnología NFC se utiliza principalmente en los servicios de pago con teléfono móvil y tarjetas contactless, también tiene otras utilidades que quizá se popularicen con el tiempo.

Puesto que la finalidad básica un intercambio de datos de forma inalámbrica, su uso más obvio es el de la transferencia de archivos entre dispositivos. Aunque ya existen muchas formas de pasar imágenes, vídeo, música y otros contenidos de un móvil a otro, NFC tiene ciertas ventajas: consume menos energía que el Bluetooth y es muchísimo más seguro que el Wi-Fi.

Otros usos que también parecen obvios incluyen sacar dinero en los cajeros automáticos, la adquisición de entradas, la validación en el transporte público, la identificación en eventos y el acceso a determinados edificios, salas o incluso al coche.

Gracias al contactless, el proceso es muy sencillo, tan solo es necesario acercar un móvil, tarjeta, pulsera, anillo o cualquier otro objeto con NFC a un terminal preparado para tal fin. Entre las utilidades más prácticas se encuentra la que permite compartir Wi-Fi en casa prescindiendo de la tediosa tarea de dar las largas contraseñas a las visitas.

Fuente: 20minutos.es. Autor: Daniel Glez. Bajo licencia Creative Commons BY-SA.

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