El primer ministro británico, David Cameron, pasó gran parte de la noche del jueves al viernes debatiendo en Bruselas con socios de la Unión Europea que están decididos a limitar las concesiones que se ofrecen para tratar de mantener a Reino Unido en el bloque.
Líderes y diplomáticos europeos dijeron que aún parecía viable alcanzar un acuerdo antes del final de la cumbre este viernes que permita a Cameron volver a Londres y poner en marcha una campaña para permanecer en la UE de cara al referéndum de junio, pero algunos consideraron que los obstáculos pendientes eran considerables y atascaban el proceso.
Una cena a última hora de la noche, con una duración de más de cinco horas, se dedicó a discutir una vez más sobre la respuesta a la crisis migratoria en Europa, lo que ha hecho que el plan de mantener un «desayuno inglés» el viernes entre los 28 líderes para tratar de cerrar un acuerdo se haya convertido en un «brunch» o almuerzo de media mañana.
«Podría llevar más tiempo de lo que piensan», dijo el primer ministro irlandés, Enda Kenny, a la salida del centro de la cumbre, donde Cameron permaneció encerrado durante la noche en conversaciones con altos cargos de la UE, el presidente francés, François Hollande, y los primeros ministros de Bélgica y la República Checa.
Esto fue lo que dijo el presidente de la cumbre, Donald Tusk:
«Por ahora hemos hecho algunos progresos, pero aún queda mucho por hacer».
We must all stand united and show #solidarity across Europe #EUCO #migrationEU pic.twitter.com/m0EVbxYlMW
— Alexis Tsipras (@tsipras_eu) febrero 18, 2016
Debemos mantenernos todos unidos y mostrar solidaridad por toda Europa
Cameron finalmente salió tras su última reunión poco después de las 5:30 am (04:30 GMT), sin realizar comentarios.
Anteriormente, hizo un llamamiento a los líderes de la UE para ayudarle a resolver la cuestión de la adhesión a la Unión Europea de Reino Unido aceptando un pacto «creíble» que pueda vender al público británico.
No obstante, diplomáticos que asistieron expresaron su frustración por la falta de concesiones por parte de los socios, que se resisten a la pretensión de Cameron de eludir regulación de la UE y reducir la inmigración: «Yo diría que el proceso se presenta difícil, podría ser una noche muy larga», dijo un responsable británico a periodistas. A esto añadió:
«Aunque muchos países estaban diciendo que quieren ayudar, que quieren asegurarse de mantener al Reino Unido en la UE, no había mucha señal de lo que están dispuestos a hacer en la práctica, sin mostrar mucho margen de maniobra».