El acuerdo se aplicará a partir del sábado, y ambas partes han vuelto a decir que esperan que sea un paso crucial para poner fin a la guerra de cinco años que asola el país.
Sin embargo, las autoridades advirtieron de importantes obstáculos para la paz, como las dudas de si el acuerdo realmente se pondrá en práctica.
El secretario de Estado, John Kerry, anunció en un principio el 11 de febrero, al final de una conferencia internacional sobre Siria, que el cese de las hostilidades comenzaría el viernes pasado. Sin embargo, Rusia y el régimen de Assad, con el apoyo de las milicias entrenadas por los iraníes, intensificaron su asalto en el norte de Siria durante las últimas dos semanas, aumentando los temores de que Moscú, Damasco y Teherán estaban utilizando la diplomacia como tapadera para intentar acabar con los grupos rebeldes apoyados por EE. UU.
Puesto que el pacto iba a ser anunciado el lunes, funcionarios de Washington pusieron de manifiesto los retos a los que tendrá que hacer frente.
Josh Earnest, secretario de prensa de la Casa Blanca, dijo:
«Va a ser difícil poner en práctica el pacto. Sabemos que hay una gran cantidad de obstáculos y casi con total seguridad habrá contratiempos».
Grupos excluidos
El cese de las hostilidades no se aplicará a los dos grupos militantes designados por las Naciones Unidas como organizaciones terroristas: el Estado Islámico y el afiliado a Al Qaeda, Frente Al-Nusra, según informaron Moscú y Washington el lunes.
La exclusión del Frente Al-Nusra, que lucha tanto con los rebeldes apoyados por Occidente como con islamistas, podría echar por tierra el acuerdo. Debido a que los combatientes vinculados a Al Qaeda se extienden a lo largo de la mayor parte del territorio controlado por la oposición, los rebeldes temen que esta exclusión permitirá ataques continuos contra ellos, dijeron las autoridades árabes.
EE. UU. y Rusia
No ha quedado claro si la administración Obama y el Kremlin pueden u obligarán a sus aliados a respetar la tregua.
Philip Hammond, el ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, dijo:
«El alto el fuego solo tendrá éxito si hay un cambio importante de la conducta del régimen sirio y sus aliados. Rusia, en particular, debe cumplir este acuerdo poniendo fin a sus ataques contra civiles sirios y grupos de oposición moderados, y utilizando su influencia para asegurar que el régimen sirio hace lo mismo».
El presidente sirio, Bashar al-Assad, dijo recientemente en unas entrevistas que su objetivo final es recuperar todo el territorio sirio bajo control de los rebeldes. El líder político de las fuerzas de oposición sirio, Riad Hiyab, ha indicado que sus aliados no dejarán de luchar sin garantías de que Damasco vaya a detener su ofensiva. Sin embargo, Hijab dijo el lunes que la oposición ha acordado aceptar «los esfuerzos internacionales para un cese de las hostilidades en Siria», según un comunicado difundido por el Comité de Negociaciones de la Oposición Siria.
Según el acuerdo dado a conocer el lunes, EE. UU. y Rusia trabajarán con el principal representante de Siria de la ONU, Staffan de Mistura, para asegurarse de que todas las partes respetan el pacto de alto el fuego.
Sin embargo, las autoridades estadounidenses dijeron que aún no se ha establecido un mecanismo para mediar entre las acusaciones de violaciones, una medida clave de la aplicación del pacto. EE. UU. y Rusia sugirieron en el acuerdo del lunes que los combatientes que se niegen a dejar de luchar correrán el riesgo de ser blanco de los ataques aéreos estadounidenses o rusos.
«La Federación Rusa y Estados Unidos están preparados para trabajar juntos para intercambiar información importante y desarrollar los procedimientos necesarios para evitar que las partes que participan en el cese de las hostilidades sean atacadas», según el acuerdo.
Informe de la ONU
El acuerdo coincidió con la publicación de un informe de la ONU de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Siria. El informe, de 31 páginas, puso de manifiesto la gravedad del conflicto, que ya dura 6 años, y llegó a la conclusión de que se cometen constantemente y con total impunidad crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos. El informe condena las potencias internacionales y los países vecinos que participan en la guerra de Siria y afirma que han contribuido al aumento de las hostilidades.
«Los horrores de la guerra están por todas partes. El Estado sirio está al borde del colapso», concluyó el informe.
El domingo, Rusia y fuerzas respaldadas por Irán se encontraban más cerca de rodear a los rebeldes en el norte de la ciudad de Alepo, después de que tuvieran lugar en zonas leales a Assad en la ciudad central de Homs y Damasco una serie de atentados reivindicados por el Estado Islámico. El lunes el EI cortó una línea de suministro del gobierno central que conectaba partes de la ciudad con el resto del territorio controlado por el régimen.
Los analistas de Siria dijeron que es posible que el régimen y sus aliados estén más dispuestos a respetar el alto el fuego en esta ocasión ya que están cerca de lograr uno de sus objetivos principales: la recuperación de Alepo, lo que permitiría al régimen cortar las líneas de abastecimiento de los rebeldes hacia Turquía, y de forma más agresiva dictar los términos de las negociaciones que tengan lugar después de un alto el fuego.
Las autoridades estadounidenses dijeron que el presidente Barack Obama y el presidente ruso, Vladimir Putin, hablaron el lunes para apoyar el acuerdo. El alto el fuego fue negociado en extensas reuniones celebradas entre los diplomáticos rusos y estadounidenses en Ginebra la semana pasada. Kerry y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, también mantuvieron largas conversaciones telefónicas durante el fin de semana.
El acuerdo
EE. UU. y Rusia están legitimados por el acuerdo para delimitar qué territorios de Siria están controlados por el Estado Islámico y cuáles por el Frente Al-Nusra. Un grupo de trabajo apoyado por la ONU y copresidido por EE. UU. y Rusia se reunirá en Ginebra en los próximos días para discutir la aplicación del alto el fuego. El Grupo Internacional de Apoyo a Siria está compuesto por más de una docena de países, e incluye representantes de la Unión Europea y la Liga Árabe.
En declaraciones realizadas en la televisión nacional rusa, Putin dijo que el acuerdo ha sido el resultado de varias rondas de consultas entre EE. UU. y los negociadores rusos. «Estoy convencido de que las acciones conjuntas acordadas con EE. UU. pueden tener un impacto importante en la situación de Siria», dijo Putin. «Al fin ha llegado la posibilidad real de poner fin a años de derramamiento de sangre y violencia».
Sin embargo, Putin añadió que los ataques aéreos contra objetivos del Estado Islámico continuarían, así como contra el Frente Al-Nusra y otros grupos.
Kerry añadió una nota de cautela. «Se trata de un momento prometedor, pero el cumplimiento de esa promesa depende de las acciones», dijo en un comunicado.