El exduque de Palma Iñaki Urdangarin ha asegurado en el juicio Nóos que «no conocía» a algunos de los empleados de su propia empresa Aizoon.
En dicha empresa tenía al 50% como socio con su esposa, y que el encargado de ese tema era Miguel Tejeiro, exsecretario de Nóos, en quien Diego Torres también ha descargado durante el proceso toda la gestión fiscal y legal del Instituto y su red.
Urdangarin asegura que se ha enterado después de que en su empresa había tres tipos de empleados: los normales, otros que realizaban labores «de mantenimiento» y varios más que «no conocía». A preguntas del fiscal, ha explicado que en Nóos «coexistían trabajadores» de varias empresas —«No sé cuántas»— que participaban en diferentes proyectos. Y ha definido el Instituto como una «asociación de profesionales».
El acusado ha intentado explicar que el Instituto «tiene asociados, no empleados» y que por eso existen facturas giradas a Nóos Consultoría Estratégica, lo que el fiscal ha denominado «contratarse a sí mismos». Urdangarin ha dicho desconocer todo lo relacionado con facturas porque él no las hacía.
El fiscal Pedro Horrach ha comenzado su interrogatorio enseñándole correos electrónicos: el primero se lo envió a la infanta y fue esgrimido el martes por la acusación de Manos Limpias con la intención de probar que Cristina de Borbón conocía determinadas situaciones que afectaban a la persona de su marido.
El fiscal le ha inquirido sobre si «hablaba en clave» y se refería a cuestiones fiscales, lo que ha motivado la intervención de la presidenta del tribunal; Horrach ha recordado que tiene capacidad para cuestionar a otras acusaciones, en un intento por despejar dudas sobre la infanta. Después le ha mostrado otro a Carlos García Revenga, en el que Urdangarin preguntaba sobre si había incompatibilidad en sus actividades en Nóos.