La mujer que se paseó por las calles de Moscú con la cabeza de una niña a la que había matado dice que lo hizo por venganza.
La niñera de Uzbekistán que fue detenida como sospechosa de asesinar a una niña de cuatro años, ha confesado que lo hizo para vengarse de Putin por los bombardeos en Siria.
Gulchekhra Bobokulova, de 38 años de edad, se declaró culpable, diciendo:
«Esto es para vengarme contra los que derraman sangre», dijo Bobokulova a alguien que le estaba haciendo preguntas fuera de cámara. «Putin ha derramado sangre con los bombardeos. ¿Por qué están los musulmanes siendo asesinados? Ellos también quieren vivir».
El lunes, una mujer vestida con un velo negro y que llevaba en la mano la cabeza cortada de una niña fue capturada por la policía cerca de una de las estaciones del metro de Moscú, donde gritaba «Allahu Akbar».
En un video publicado el jueves y distribuido por varios bloggers importantes, la mujer dio su primera explicación detallada de un incidente del que los canales de televisión estatales decidieron no informar.
No estaba claro cuando se grabó el video, pero Bobokulova llevaba la misma ropa que la que llevaba en el tribunal el miércoles.
El Kremlin lanzó su campaña de ataques aéreos en Siria el 30 de septiembre en apoyo del presidente Bashar al-Assad, una intervención que alteró el curso del conflicto en ese país.