El líder del PSOE, Pedro Sánchez, se someterá el viernes a su segunda sesión de investidura, un nuevo intento para convertirse en presidente del Gobierno que previsiblemente fracasará por la falta de apoyo de otros partidos.
Sánchez ya fracasó en la primera sesión de investidura el pasado miércoles, cuando los votos en contra del Partido Popular (PP) y Podemos tumbaron sus aspiraciones presidenciales sólo apoyadas por Ciudadanos, lo que dejó al país en una situación sin precedentes y más cerca de una repetición de las elecciones de diciembre que no arrojarían unos resultados muy diferentes.
Los partidos llevan semanas de negociaciones infructuosas para formar gobierno tras un resultado electoral que dejó al país en una difícil situación de gobernabilidad, dependiente de complejos pactos entre diferentes formaciones de signo opuesto.
Sánchez solo necesita el viernes una mayoría simple -más votos a favor que en contra-, después de que miércoles no lograse la mayoría absoluta de 176 escaños con el voto favorable sólo de 130 gracias a sus 90 diputados socialistas y los 40 de Ciudadanos, el único partido que apoya su investidura. El líder socialista está abocado a fracasar en segunda ronda después de que las otras fuerzas mayoritarias votaron en contra, con 219 votos, entre ellos el conservador Partido Popular y la formación antiausteridad Podemos, no hayan cambiado su postura en los últimos días.
«Consideramos que Sánchez ya está en fuera de juego», dijo la vicesecretaria de Estudios y Programas del Partido Popular, Andrea Levy, en una entrevista en radio.
Podemos, que ha pedido reiteradamente al PSOE que pacte un gobierno con otras fuerzas de izquierdas en lugar de pactar con Ciudadanos, tampoco llega al viernes con una postura distinta.
El portavoz de Podemos en el Congreso, Íñigo Errejón, dijo en una entrevista en TVE el viernes:
«Sánchez puede ser presidente, pero para eso tiene que comprometerse a un Gobierno de cambio. No va recibir cheques en blanco y creo que todos los grupos del Parlamento se lo dijeron claro el miércoles y se lo van a dejar claro esta tarde».
Si Sánchez fracasa en su segundo intento, el rey Felipe puede pedir al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, que intente formar un gobierno - algo que rechazó en la primera ronda de negociaciones - o esperar a que los líderes políticos busquen un nuevo candidato con mayor apoyo.
El miércoles arrancó el plazo de dos meses tras el que, si ningún candidato obtiene la confianza, se firmará el decreto de disolución de las Cortes y la convocatoria de nuevas elecciones, que se celebrarían el domingo 26 de junio.