El pacto entre el PSOE y Ciudadanos sigue vigente y han invitado al resto de partidos a sumarse, especialmente a Pablo Iglesias, aunque Ciudadanos no quiere formar Gobierno con Podemos.
La reunión de Pedro Sánchez y Albert Rivera con los portavoces de su equipo negociador para evaluar el «seguimiento» de su acuerdo se ha prolongado durante casi tres horas. La conclusión que han anunciado públicamente es que el pacto «sigue vigente» y han invitado al resto de formaciones a sumarse, especialmente a Pablo Iglesias, con quien el líder socialista se reúne este miércoles. PSOE y Ciudadanos han reconocido que pueden aceptar aportaciones de Podemos, aunque los de Rivera se niegan a formar parte de un Gobierno conjunto, como ha ofrecido Sánchez.
El portavoz, José Manuel Villegas, ha sentenciado:
«Ciudadanos no va a estar compartiendo un Gobierno tripartito con Podemos».
La dirección socialista se ha mostrado optimista respecto a la negociación que esperan abrir a partir de este miércoles con Podemos: «Vamos a darle una oportunidad al diálogo», ha expresado Antonio Hernando. Preguntado por las palabras de Iñigo Errejón, que ha admitido conversaciones discretas con los socialistas en las que se han producido avances positivos, Hernando los ha reconocido también, aunque los ha enmarcado en la actividad parlamentaria. No obstante, cree que «hay un clima favorable para el acuerdo» también con Podemos.
Hernando detecta cada vez una «mejor voluntad» para las negociaciones bajo el «denominador común» del rechazo a la repetición de las elecciones. Así, insiste en que el documento que firmaron Sánchez y Rivera puede ser ampliado con las aportaciones de Podemos con aspectos que sean «compatibles» con sus actuales socios para hacer algo «más grande y transversal de lo que tenemos hasta ahora». Los socialistas sostienen que pueden conseguir el apoyo suficiente para gobernar gracias a las dos formaciones del cambio.
Ciudadanos reduce la euforia
Sin embargo, Ciudadanos no es tan eufórico, aunque también invita a Podemos a sentarse en una mesa a tres que hasta ahora la formación de Iglesias ha rechazado. Así, defiende que Sánchez vaya a una reunión bilateral con su homólogo de Podemos para «desatascar la situación» pero considera que el resto de negociaciones sobre la base del documento suscrito con ellos debe contar con su presencia.
«Creemos que es bueno que otras formaciones aporten y digan qué se puede mejorar. En eso vamos a seguir», ha expresado Villegas, que ha afirmado que el «espíritu» que mantienen es el de «ampliar» el texto con «aportaciones» que la sociedad civil les ha transmitido en las últimas semanas así como «de negociaciones con otros partidos».
Sin embargo, ha reconocido dificultades para que la ampliación sea en algunas de las cuestiones que defiende Podemos. «No puede haber referéndums separatistas», ha puesto como ejemplo. Esa también es una línea roja para el PSOE pero fue una de las condiciones de Iglesias en la primera ronda de negociaciones.
C's: «Un acuerdo de gobierno no se va a producir»
Además de dejar patente su lejanía programática respecto a Podemos, Ciudadanos cierra la puerta a formar parte de un Ejecutivo conjunto. Sánchez ha defendido que un acuerdo transversal puede trasladarse al Consejo de Ministros con representantes tanto de Podemos como de Ciudadanos. No obstante, el portavoz de la formación naranja ha asegurado que el líder socialista no les ha transmitido esa idea en la reunión.
«No nos ha ofrecido entrar en un Gobierno con Podemos -ha respondido- Ciudadanos no va a estar compartiendo un Gobierno tripartito con Podemos porque las diferencias que nos separan son tantas que un acuerdo de gobierno no se va a producir», ha sentenciado.
En esa misma línea se había pronunciado Juan Carlos Giratuta esta mañana: «De ninguna manera podríamos estar ahí porque además produciría un gobierno inestable. Duraría tres meses», ha afirmado. El partido naranja es partidario de que cualquier acuerdo debe pasar por el PP para llevar a cabo medidas importantes, como la reforma constitucional, y se desmarca de los de Pablo Iglesias con quienes aseguran ser «absolutamente incompatibles».